Me pareció un congreso muy interesante por dos motivos. Primero, porque ha logrado reunir en un mismo lugar a escritores peruanos que difícilmente se juntan en Lima, pues algunos viven en provincias y otros en Europa. Y segundo, porque ha permitido establecer contactos con especialistas y editores de España. Tal vez este sea el aporte fundamental, a parte de los temas que se trataron en el evento. En efecto, pocas veces se ha visto en Madrid un evento de una semana en que se trate sólo la narrativa peruana. Eso ya es un gran logro. Seguramente dentro de unos años, cuando se evalúe con mayor distancia lo dicho y hecho en este I Congreso de Narrativa Peruana, en Madrid, se podrá cribar mejor alguno de los temas tratados y medir sus efectos en la narrativa de las próximas décadas.
A modo de apunte, me parece que el clima de apertura que se vivió, de entrar en contacto y diálogo con otro público puede constituir el inicio de un proceso de integración global.
Pienso que en los últimos años se ha generado en la narrativa peruana una "estructura de sentimiento", como diría Raymond Williams, que va en esa orientación. Es decir, que busca integrarse en mercados mundiales, y dejar de lado ese sentimiento provinciano, localista, que durante décadas marcó el norte de nuestra narrativa.