02 ago (Perú.21) En la entrevista que le hace Francisco Estrada al novelista Oswaldo Reynoso (se publicó el miércoles 27, en Perú.21), soy víctima de su mala fe y peor memoria.
Afirma que José Miguel Oviedo, Abelardo Oquendo y yo fuimos una mafia de críticos a la que, con ingenio notorio, llama "la triple O". Y luego sostiene haberme botado de su casa "casi a patadas".
Nunca he estado en su casa. Tal vez se refiere a que, en 1964, le toqué la puerta para invitarlo a dar una charla sobre su narrativa. Debe de haber sido la hora de la siesta, porque el novelista abrió la puerta en pijamas, no se había aún duchado, y la situación resultó penosa.
Me excusé por la interrupción. Cortésmente me dijo que no podía dar esa charla, y me despedí. Mi recuerdo, al menos, es más pulcro que el suyo.