"El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la Tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde".
El Apocalipsis de San Juan se parece cada día más al Apocalipsis climático anunciado por los científicos y los ecologistas. La Tierra se calienta, los polos se derriten, las aguas se desbordan y los países sufren sequías, olas de calor y tormentas. En los últimos cincuenta años la temperatura aumentó 0,75 grados pero en los polos subió el doble y ha desatado un deshielo masivo y un aumento constante del nivel de las aguas.
Los nuevos profetas del desastre son los quinientos expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que en su último informe culpan por primera vez del calentamiento global a la actividad industrial. La cantidad actual de dióxido de carbono en la atmósfera es la más alta de los últimos 650.000 años.
Deshielo y desbordamientos
El cambio climático es evidente en todos los rincones del globo y está afectando los sistemas de lluvias, vientos y capas de hielo y la salinidad de los mares. El mapa y la geografía del planeta están cambiando de manera acelerada. Los polos se desintegran y reducen su tamaño. Y el deshielo ataca también a las otrora llamadas "nieves perpetuas" del Himalaya en Asia, los Alpes en Europa y los Andes en América.
El signo más alarmante es la formación de la Isla del Calentamiento, enorme casco de hielo de 600 kilómetros de largo que se desprendió de Groenlandia, segunda isla más grande después de Australia y que posee el mayor manto de hielo después de la Antártida. En 1985 ese trozo de hielo formaba parte integral de Groenlandia, pero el calentamiento global causado por el hombre terminó por separarla. En 2002 la Isla del Calentamiento estaba unida a Groenlandia por un pequeño istmo y en 2005 la escisión ya era total. Según los expertos ésta es la más grave evidencia de la desintegración de los glaciares a causa del calentamiento global. En condiciones normales, la formación de esta isla hubiese tardado más de mil años, pero ocurrió en menos de dos decenios.
Ahora la preocupación se dirige hacia los glaciares del Himalaya, que contienen más del setenta por ciento del agua dulce del mundo. Las capas de hielo se vienen desintegrando desde la década de 1970 y se prevé un deshielo acelerado en los próximos veinte años, lo que produciría una situación catastrófica en la India y el sur de Asia. El primer riesgo es una inundación general, tras lo cual vendrán sequías más y más largas. Esto ocasionaría una crisis de agua y falta de alimento sin precedentes en la historia.
Europa acorralada
Europa es el continente que más sufre hoy el cambio climático. Los inviernos y los veranos se han vuelto más extremos. Las olas de frío polar causan más de quinientas muertes en el año, y en 2003 la ola de calor con temperaturas superiores a 47 grados mató a más de 35.000 personas.
Los países nórdicos se están deshelando y los ríos se desbordan y causan estragos en todos los países. En 2002 la histórica ciudad de Dresde, Alemania, sufrió una de las peores inundaciones de su historia.
Pero lo más grave es la alteración de las estaciones. La primavera se ha adelantado en casi dos semanas y ha trastornado todo el ciclo reproductor de la flora y la fauna. Esto ha aumentado el riesgo de extinción de las plantas y los animales que inician el ciclo antes de tiempo y no consiguen multiplicarse con éxito.
Latinoamérica en peligro
Los recursos naturales de Latinoamérica también se encuentran en peligro. El IPCC prevé que el cambio climático hará desaparecer los glaciares de los Andes en los próximos veinte años, con la consiguiente reducción de la disponibilidad de agua y la producción de energía sobre todo en Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Se estima que en el 2020, entre 7 y 77 millones de latinoamericanos sufrirán escasez de agua. La selva del Amazonas es la más amenazada, mientras que los huracanes del Caribe aumentarán de frecuencia e intensidad.
Los ángeles vengadores del Apocalipsis de San Juan son el hombre moderno en el Apocalipsis climático de los científicos. La industrialización y el uso de energías no renovables son la causa de este desastre. Pero en mitad de esta alarma los ecologistas gritan que otro mundo es posible y que debemos dejar de contaminar la atmósfera para paliar esta tragedia ambiental y climática que se nos viene encima.