Pilar Prado expresa la realidad pasada por el tamiz de la fantasía, introduciéndole enigma y misterio.
No está interesada por la realidad, sino por la visión misteriosa de la misma. Es decir que la verdad es que su obra es fantasiosa, pura imaginación, parte de un todo, conectando con la insinuación, con el misterio en su estado puro. En este sentido está claro que expresa ciudades alegóricas, conciertos musicales metafóricos, espacios y naturaleza inventada y sintética, composiciones abstractas, dotadas de colores sutiles, de tonos evidentes, de gamas medias e intermedias, cromatismos vertebrados o no, siempre en función de la fuerza interior que los coordina.
No hay evidencia, tampoco tiene necesidad de apoyar realidades concretas, fragmentos de la realidad consecuentes o no. La verdad es que su pintura es una auténtica metáfora de la vida, es insinuación de la alegoría.
A partir de la insinuación hay fantasía desarrollada. La insinuación es sugerencia y sutilidad, evidencia de lo emblemático, alegórico, iconográfico y misterioso.
La verdadera evidencia es la aportación de lo insinuado en la creación pictórica de Pilar Prado. Una creación que enlaza con la línea adoptada por quienes creen en la existencia de múltiples realidades que confluyen en la denominada realidad oficial.
La creencia en diversidad de realidades se impone en el caso de la autora gallega porque armoniza la evidencia material con el pensamiento, la aportación de la fantasía y la determinación de lo distinto contenido en la formulación de la complejidad de lo externo e interno.
Su visión de la realidad es compartida en diferentes ámbitos, debido a que cada energía, formulación material, evidencia esencial, está en distintos parámetros de actuación. La longitud de onda de la existencia es variada, compleja, asimétrica o simétrica.
Sus paisajes inventados, sus naturalezas imposibles o la versión más sutil de la geometría esencialista nos acompañan a ritmo de poesía dentro de una actitud que viaja más allá de lo cotidiano.
No se muestra especialmente motivada en exhibir la realidad del día a día, sino que, por el contrario, su pintura se basa en la formulación de lo misterioso englobándolo todo, convirtiendo lo mecánico en elegante enigma, en el que la versatilidad impera, las escenas y opciones se multiplican, dentro de una esencia fundamental que es diversa.