(Traducción de Antonia Javiera Cabrera)
Reconocido por sus ironías tejidas de avellana, por su perenne sonrisa de muchacho y una poética combativa, el escritor salvadoreño Roque Dalton tuvo una vida efímera: nació en San Salvador, El Salvador, en 1935 y murió en 1975.
Dalton surge como poeta con un grupo de escritores que se congregan en la llamada Generación Comprometida durante los años 50-53, muy reconocida hasta nuestros días. Algunos miembros están vivos aun. Todos los escritores de esta Generación produjeron en un ambiente de terror político donde la censura y la violencia eran la marca de la vida porque las condiciones políticas y económicas de El Salvador eran, y lo son aun, extremamente injustas: pobreza, hambre, violencia, analfabetismo, en fin, violencia no solo física.
Cuando esa Generación surge se alinea en una posición dialéctica, marxista, radical frente al hacer poético que partía de una definición ética y estética comprometida con la sociedad.
La radicalización de su postura tenía de tela de fondo esa crisis social y la represión violenta de la época. Es un periodo convulsionado políticamente no sólo en El Salvador, era común a América Central y se extendía por toda América Latina. El arte comprometido era la bandera ideológica: estructurar la literatura en función del compromiso hacia una determinada forma de lucha fue uno de los objetivos de los escritores militantes.
Por tanto, Dalton no estaría ajeno al acontecer político y social y a seguir por una línea comprometida socialmente. Hacía crítica acérrima y mordaz al régimen dictatorial, a la situación de miseria y a la dependencia económica que ha vivido la población desde la colonia. Fueron esas algunas de las causas por lo que sufrió fuerte persecución. Estuvo en la prisión varias veces y vivió exiliado en México, Cuba, Checoslovaquia, Costa Rica, etc. En Cuba publicó varias obras y trabajó con Casa de las Américas.
Viajó en 1973 a Chile y allí conoció de cerca el movimiento socialista democrático de Salvador Allende, de donde regresa con una actitud política más radical. Entró clandestinamente varias veces a El Salvador y otras tantas estuvo en la prisión. Publicó casi toda su producción en el exilio. Su última obra publicada fue Poemas clandestinos en 1974. Se incorporó a las filas guerrilleras clandestinas, con el Ejército Revolucionario del Pueblo - ERP, a luchar por cambios sociopolíticos.
Tal vez lo más increíble de la vida de Dalton es que haya sido asesinado por el ERP poco tiempo después de haberse incorporado, por miembros colegas de esa facción guerrillera bajo falsas acusaciones de espionaje, el 10 de mayo de 1975.
PRODUCCIÓN
Poesía
Mía junto a los pájaros, 1958
La ventana en el rostro, 1961
La ventana en el rostro, 1961
Los testimonios, 1964.
Los hongos, 1971
Un libro levemente odioso, 1973
Poemas clandestinos, 1974
Prosa
Novela testimonio: Miguel Mármol. Los sucesos de 1932 en El Salvador, 1972
Novela-collage Las historias prohibidas del pulgarcito, 1974.
Simultáneamente a su producción poética escribió varios ensayos: César Vallejo (1963), El intelectual y la sociedad, con René Depestre, Roberto F. Retamar y otros (1969); ¿Revolución en la revolución y la crítica de la derecha (1970). Elaboró las monografías El Salvador (1963) y México (1964). En teatro: Caminando y cantando, Animales y héroes de la tierra del sol, Los helicópteros (1980). Escribió la novela-collage Pobrecito poeta que era yo... publicada póstumamente en 1976, en Costa Rica.
SELECCIÒN DE POEMAS
Tampoco así
Poesiya Poecía Pohesía Cierto indefinido encanto que halaga y suspende el ánimo versitos de ustedes Puetas virus de la melomanía logogrifo de la logomaquia logística de la declamación Poesilla de ustedes queridos portaliras gay-sabios liróforos panidas aedas floripondios vates trovadores bardos juglares rimadores pensanautas líridos cantores himnastas musaguetas Pues-si-ya querida qué haríamos sin tí los cultos los duros los responsables los preocupados los dueños del futuro los Premio Nobel in fieri los Hombres nuevos de Segunda mano los monolíticos los firmes los la-Guardia-muere-pero-no-se-rinde entre el tercero y cuarto trago al despertar en plena primavera a la hora de los juegos en ESTHER al decir pueblo que me escucháis al estar solos al autocriticarnos." (ROQUE Dalton.Un libro levemente odioso, UCA Edit San Salvador, 1997, pág. 103-104).
Poema de amor
Los que ampliaron el Cana de Panamá (y fueron clasificados como silver roll y no como Gold roll), los que repararon la flota del pacífico en las bases de California, los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala, México, Honduras, Nicaragua, por ladrones, por contrabandistas, por estafadores, por hambrientos, los siempre sospechosos de todo ("me permito remitirle al interfecto por esquinero sospechoso y con el agravante de ser salvadoreño"), los que llenaron los bares y los burdeles de todos los puertos y las capitales de la zona ("La gruta azul", "El calzoncillo","Happyland"), los sembradores de maíz en plena selva extranjera, los reyes de la página roja, los que nunca sabe nadie de donde son, los mejores artesanos del mundo, los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera, los que murieron de paludismo o de las picadas del escorpión o la barba amarilla en el infierno de las bananeras, los que lloraron borrachos por el himno nacional bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte, los arrimados, los mendigos, los marihuaneros, los guanacos hijos de la gran puta, los que apenitas pudieron regresar, los que tuvieron un poco más de suerte, los eternos indocumentados, los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo, los primeros en sacar el cuchillo, los tristes más tristes del mundo, mis compatriotas, mis hermanos. (ROQUE Dalton: Las historias prohibidas del pulgarcito. San Salvador UCA Editores, 1997, págs 199-200)
Mala noticia en un pedazo de periódico
Hoy cuando se me mueren los amigos sólo mueren sus nombres. ¿Cómo aspirar, desde el violento pozo, abarcar más que las tipografías, resplandor de negruras delicadas, flechas hasta las íntimas memorias? Sólo quien vive fuera de las cárceles puede honrar los cadáveres, lavarse del dolor de sus muertos con abrazos, rascar con uña y lágrima las lápidas. Los presos no: solamente silbamos para que el eco acalle la noticia. (DALTON, Roque: Taberna y otros lugares, UCA Editores, San Salvador, pág. 65).
XVI Poema
Las leyes son para que las cumplan los pobres. Las leyes son hechas por los ricos para poner un poco de orden a la explotación. Los pobres son los únicos cumplidores de leyes de la historia. Cuando los pobres hagan las leyes ya no habrá ricos. (ROQUE Dalton: Las historias prohibidas del pulgarcito. San Salvador UCA Editores, 1997, págs 199-200)
Por qué escribimos
Uno hace versos y ama la extraña risa de los niños el subsuelo del hombre que en las ciudades ácidas disfraza su leyenda, la instauración de la alegría que profetiza el humo de las fábricas. Uno tiene en las manos un pequeño país, horribles fechas, muertos como cuchillos exigentes, obispos venenosos, inmensos jóvenes de pie sin más edad que la esperanza, rebeldes panaderas con más poder que un lirio sastres como la vida páginas, novias, esporádico pan, hijos enfermos, abogados traidores nietos de la sentencia y lo que fueron, bodas desperdiciadas de impotente varón, madre, pupilas, puentes, rotas fotografías y programas Uno se va a morir, mañana, un año, un mes sin pétalos dormidos; disperso va a quedar sobre la tierra y vendrán nuevos hombres pidiendo panoramas. Preguntarán qué fuimos, quienes con llamas puras les antecedieron, a quienes maldecir con el recuerdo. Bien. Eso hacemos: custodiamos para ellos el tiempo que nos toca. ( ROQUE Dalton: La ventana en el rostro. San Salvador UCA Editores, 1998. Págs. 61)