La Sombra: Volaban gaviotas en la playa.
PN: Eran tiempos verdes, cuando bebía en la copa del mar el vino azul del mar.
MAC: Yo supe por sus libros del sabor de la tierra, del estrépito del relámpago en el otoño salvaje, de la lluvia que parecía el follaje espeso en el húmedo bosque, del mar profundo y helado del sur de Chile.
PN: Aprendí en la década de los treinta que eran trampas la tristeza y la angustia. Me da risa que algún día me llamaran el Teócrito chileno. Mis manos son del tamaño de la tierra.
MAC: Creí de adolescente en el sueño y lo imposible. ¿En qué tiempo perdimos la Utopía?
PN: En el tiempo de los sentidos.
MAC: No sé, quizás... Amé con fervor los viajes y regresos. Me dejé una parte en aeropuertos y estaciones ferroviarias. Eran el placer y la libertad grandes, y también la fuga. El corazón oscurece pero el cuerpo se hizo y se deshizo en el sur bajo el sol del mediodía de la estación que era de luz. ¿Dónde está julio en el verano azul, tan vertical y azul que era el verano?
PN: Busqué el placer y la libertad grandes en las navegaciones y en los elementos. Conocí mujeres frescas, amistades magníficas, el verano en el mediodía más alto, el vino alegre, el pan al fuego en la leña crepitante. A mis ojos llega melodiosa y llega la palabra Samarkanda. Alzo la vista y miro el sol: mayo se anuncia si no miro.
MAC: Cierro los ojos y miro hacia mayo que es yo triste.
La Sombra: ¿Caen pétalos? Caen pétalos caen
MAC: La vida hay que vivirla porque parece hermosa.
PN: La vida debe vivírsela porque es hermosa.
MAC: ¿Y si la muerte --¿tocan?—toca a la puerta?
PN: ¡Que sea una llama ardiente!
MAC: ¿Y....?
(*) Marco Antonio Campos (México, D.F., 1949). Poeta, narrador, ensayista y traductor. Ha publicado los libros de poesía: Muertos y disfraces (1974), Una seña en la sepultura (1978), Monólogos (1985), La ceniza en la frente (1979), Los adioses del forastero (1996) y Viernes en Jerusalén (2005. La editorial El Tucán de Virginia volvió a reunir en 2007 su poesía en un solo tomo: El forastero en la tierra (1970-2004). Es autor de un libro de aforismos (Árboles). Ha traducido libros de poesía de Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, André Gide, Antonin Artaud, Roger Munier, Emile Nelligan, Gaston Miron, Gatien Lapointe, Umberto Saba, Vincenzo Cardarelli, Giuseppe Ungaretti, Salvatore Quasimodo, Georg Trakl, Reiner Kunze, Carlos Drummond de Andrade, y en colaboración con Stefaan van den Bremt, Miriam van Hee, Roland Jooris, Luuk Gruwez, André Doms y Marc Dugardin. Libros de poesía suyos han sido traducidos al inglés, francés, alemán, italiano y neerlandés. Ha obtenido los premios mexicanos Xavier Villaurrutia (1992) y Nezahualcóyotl (2005). Y en España, el Premio Casa de América (2005) por su libro Viernes en Jerusalén. En 2004, se le distinguió con la Medalla Presidencial Centenario de Pablo Neruda otorgada por el gobierno de Chile. En París es miembro de la Asociación Mallarmé. En el 2009 obtuvo el premio de poesía Ciudad de Melilla, España.