Poeta y ensayista, es uno de los intelectuales más importantes de El Salvador. En los años setenta, fundó, junto a otros jóvenes intelectuales -entre ellos, el novelista Horacio Castellanos Moya- una publicación literaria de corta duración llamada El Papo. Dirigió, poco después, la página cultural de Diario El Mundo, "La Golondrina". A medida que el país entra en un periodo de intensa lucha social, Huezo Mixco se incorpora como propagandista de organizaciones obreras hasta que abandona sus estudios de Letras en la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (UCA), para dedicarse de lleno a participar en las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), una de las organizaciones de la guerrilla salvadoreña. Ahí milita bajo el pseudónimo de "Haroldo" (nombre inspirado en el novelista argentino, Haroldo Conti). En 1980, viaja a Costa Rica y desde ese país lleva a cabo actividades propagandísticas en nombre del movimiento revolucionario. Al año siguiente, asume la dirección de la radio clandestina "Farabundo Martí", la cual emite su programación desde Chalatenango, una de las zonas de guerra más emblemáticas; conduce dicha radio hasta 1991. A partir de 1993, regresa a las actividades literarias y comienza a publicar tanto poesía como ensayos, muchos de los cuales reflexionan sobre la identidad y la cultura salvadoreñas. En 1994 fue becario de la Fundación Plumsock, que le permitió residir en la conocida residencia para artistas "Yaddo", en Saratoga Springs. Premio Centroamericano de Literatura, 1999. Colabora regularmente con diversas publicaciones periódicas de América Latina y los Estados Unidos
Obra: Una boca entrando en el mundo, 1978; El pozo del tirador, 1988; Tres pájaros de un tiro, 1988; Acerca de una estética extrema, 1994; Memoria del cazador furtivo, 1995; La casa en llamas. La cultura salvadoreña en el siglo XX, 1996; El tercer ejército. Desafío del ejército salvadoreño en la posguerra, 1997; El ángel y las fieras, 1997; La perversión de la cultura, 1999; El Salvador y la construcción de la identidad cultural, 1999; Comarcas, 1999.
(relectura de Vallejo)
Para Toño Cardenal
En el año más crudo de la guerra Y en lo mejor de la batalla El combatiente llevándose a los ojos La muñeca abierta Exclama: "mi mano, la he perdido". Pero al mirar en su derredor Donde la sangre tibia De sus hermanos grita, Se sacude y dice: "no importa, tengo la vida". En el año más crudo de la guerra En lo mejor de la batalla Lucha Y al mirarse el pecho junto al trueno Quemado Gime: "me han herido". En el fondo de su delirio Sus hijos Hambrientos Le gritan: "camina, padre, camina, ¿volverás, sí?. Es el año más crudo de la guerra. Un tiempo justo para morir. Y ahora sabe que ningún ojo Ni una oreja de menos Ni siquiera las heridas De su corazón Pueden evitar que escuche dentro de si Toda la vida que lleva dentro.
Comieron su última cena El clic del interruptor de la última lámpara Viaja hasta los cuartos de los hombres La oscuridad besa sus ojos La muerte está llamando por sus nombres Los cartuchos de los asesinos Traen escritos sus nombres.
El Presidente vuelve a la alcoba Después de firmar La pluma del Presidente En el bolsillo De la camina: Un hacha Su corbata: una soga Vuelve a la cama Se pone su pijama Cepilla sus dientes Escupe en el lavabo Manchas de sangre.
Dije a toda voz el nombre de la amada Y el océano replicó Pero era eco quien así me engañaba Abismo de polvo y moho Página 303 de la enciclopedia ilustrada Grité otra vez Y el viento enredó la melena de los bosques submarinos Y aspiré el aire el hollín y el oro blanco Lanzándome al trueno Como un pez volador Pero no había nada Mi amada Ni sus pezones de niña Ni el deshabitado hijo Sólo mi nave de plata Sus anclas de piedra
El mar Barcos y velas Y una dudosa serenidad El mar Arponeado La bella isla Sandorini Besada por las aguas La caricia del remo El chasquido de una lengua Y la tormenta mar adentro
This is it
Esta es América la prometida
Jabón con espinas
Reluciente como un cromo
Con sus mejillas pintadas como muñeca
Y sus rascacielos con la melena en llamas
Entre un alúd de cristales rotos
Agua fósil
A mitad del desierto de Sonora entre la nada desde el cielo se distingue un enorme tablero de una simetría inquietante Como un gigantesco logo calado en el arenal En cada cuadro un disco Y cada disco cortado en grandes piezas Negras Verdes Marrón Como la torta de cumpleaños de un banquero Sólo ello revela la existencia de vida inteligente
El ángel de Arleta
Me dieron alcance en un callejón de Arleta en el valle de San Fernando Agonizo lentamente y en silencio sobre la riada de una fuga del servicio de agua que corre calle abajo hasta el albañal donde esta noche me encontraré con mi avergonzado ángel protector
Ojo sin pupila
El cielo es una blanca llanura
Un estanque de leche
Un mundo de arroz
Un bosque de servilletas
--Vuelo
entre el recuerdo de una muchacha de algodón
en el remolino de una almohada
--Soy
la pluma de un ganso en una fiesta de páginas
Un ojo sin pupila
Será este el único cielo que conozca
Los Ángeles
Una repugnante fauna de criaturas de agua aire y tierra volará al Sur en forma de rebaño como estas nubes desiguales con la túnica hecha jirones Una dolorosa marcha de fantasmas mitad saliva mitad cuajada Y el cielo será de un plomo gris tan gris como esta mañana en Los Ángeles
La lengua
Desperté en medio de un sueño donde me comía mi propia lengua un jugoso filete puesto en una especie de canasta será porque anoche estuve habla que habla del pobre pueblo mío con la mujer de la licorería bien dicen que nada entra a la vida de uno sin una maldición no sentí asco lo juro fue mas bien un gesto triste y amoroso como cuando besé en la frente a mi madrecita muerta
El vuelo
El vuelo es una brevísima muestra de la Gloria
Héroe
Ayer soñé que entre los campos de naranja corría un arroyo de tortillas La felicidad es una bestia enjabonada De modo que hasta la belleza es absurda La vida me ha convertido en un héroe Y llorar en la ducha es el mayor de mis superpoderes
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