El poeta Raúl Zurita (Santiago de Chile), Premio Nacional de Literatura 2000, es uno de los escritores más prestigioso y controvertido de América Latina. Trasgresor permanente y de una vigorosa actividad poética, cualquier acto ligado a su voz, causa escozor dentro de algunos círculos literarios.
Algunos de sus libros publicados son Purgatorio (1979), Anteparaíso (1982), Canto a su amor desaparecido (1986), El amor de Chile (1987), La vida nueva (1994), Poemas militantes (2000), Sobre el amor y el sufrimiento (2000) e INRI (2003). Ha sido traducido al inglés, ruso, hindi, alemán e italiano, entre otros idiomas."El silencio con que son recibidos hoy los grandes poemas que continúan escribiéndose, es un silencio infinitamente elocuente del tiempo que nos tocó vivir: el tiempo de la agonía del lenguaje y de su sustitución por el inmenso ruido omnipresente de la publicidad"
ÓMNIBUS - Se han reunido los presidentes de toda Iberoamérica y a su lado los poetas celebran una cumbre ... política y poesía. ¿Cómo consideras que han sido las relaciones entre poesía y poder en el pasado y cómo es esta relación en la actualidad en el mundo hispanohablante?
RAÚL ZURITA - Las relaciones entre poesía y poder han sido siempre conflictivas porque finalmente una época no es sino la sanción que el arte da sobre ella. La poesía es el Juicio Final de la historia, y mientras esa literatura o, dicho secamente, esa gran literatura no exista, el pasado se aparecerá siempre como una sumatoria de levedades. En síntesis eso es lo que representan Homero, Dante, Shakespeare, Musil, García Márquez y seguramente lo que representarán para nuestro tiempo el norteamericano Forrest Gander y el joven poeta chileno Héctor Hernández.
OM - En tu opinión, ¿cómo ha evolucionado la poesía en el último medio siglo en tu país y en el mundo hispanohablante? ¿Cuál consideras que es el estado actual de la poesía en Chile y en general en idioma español? ¿La poesía necesita del apoyo estatal para su difusión, o debe mantenerse al margen del Poder?
R.Z. - Creo que lo más vivo y trasgresor en los últimos 50 años -mucho más que Lezama, Borges o Paz- ha sido la irrupción de la antipoesía de Nicanor Parra. Su influencia ha sido decisiva y acercó nuevamente la poesía a la vida. Parra es difícil que sea cabalmente aceptado en España, entre otras cosas porque esa institución denominada Real Academia Española de la Lengua tiene allá una presencia muy fuerte y de una u otra forma, aunque sea de un modo subliminal (yo creo que es mucho más que subliminal), ejerce un influjo "real", soberano sobre el modo de entender el idioma. La RAE impone una determinada jerarquización, lo que no sucede en absoluto en las ex colonias. La obra de Parra ha constituido una verdadera liberación y, superada la etapa de las imitaciones fáciles y predecibles (como sucedió antes con Darío y Neruda y muy para mal con Paz), en ella se encuentra la raíz de las obras más vigorosas y actuales de la poesía hispanoamericana.
Respecto a la segunda parte de la pregunta descreo de los buenos propósitos de "difusión" de la poesía. Creo que el que ella sea hoy un arte prácticamente de catacumbas responde, con todo, al modo con que la poesía debe atravesar esta época y dar cuenta de ella. El silencio con que son recibidos hoy los grandes poemas que continúan escribiéndose, es un silencio infinitamente elocuente del tiempo que nos tocó vivir: el tiempo de la agonía del lenguaje y de su sustitución por el por el ruido omnipresente de la publicidad. Es como si los poemas debieran atravesar su propia muerte y emerger o no emerger en un tiempo que será o que no será, que les mostrará a otros o no les mostrará una nueva natividad sobre la tierra como lo vio el pequeño Rimbaud.
Respecto a los apoyos estatales para la poesía: cualquier cosa que sirva para alivianarle la vida a un tipo está bien.
OM - La gran industria del libro publica poca poesía con el argumento de que "no se vende". ¿Cuál crees que es el futuro de la poesía en castellano ante esta camisa de fuerza del mercado y ante la aparición de nuevos soportes como los ordenadores, los móviles e Internet?
R.Z.- En poesía creo que cada vez más, y es algo ya incontrarrestable entre los poetas más jóvenes, la verdadera revolución se esta produciendo en la red. Ante la escasísimas posibilidades de publicar libros, frente a la escasez de revistas impresas o al hecho que los suplementos literarios de los grandes diarios son en realidad agencias de las transnacionales de la edición, la salida era absolutamente previsible y representa un hecho de una trascendencia inconmensurable. En la poesía más reciente, la de esa generación que antes de aprender a leer manejaba un mouse -y yo soy un entusiasta absoluto de lo que está emergiendo entre los nuevos poetas latinoamericanos- a los medios impresos les queda el prestigio peor no la vida, la vida está sucediendo de espaldas a ellos.
OM - Nuestro idioma no cesa de generar nuevos poetas en toda Iberoamérica. ¿Podrías señalarnos algunos nombres claves para el futuro poético en Chile y en otros países cuya obra poética conozcas?
R.Z. - Sólo un recuento sumario; en Chile: Germán Carrasco (1970), Javier Bello (1971), Edmundo Condon (1975), Héctor Hernández Montecinos (1979), Paula Ilabaca (1979), Felipe Ruiz (1979), Gladys González (1981), Pablo Paredes (1982) y Diego Ramírez (1982).
En Perú: Maurizio Medo, Roger Santibáñez, Domingo de Ramos, Miguel Ildefonso, Willy Gómez, Cecilia Podestá
En México: Enzia Verducchi, Valerie Mejer, Juan Cristóbal Bautista, Julian Herbert, Alejandro Tarrab, Hernán Bravo.
OM - ¿El hecho de ser premio nacional de poesía te otorga una mayor interrelación con el público lector?
R.Z. - No, la interrelación con los lectores de poesía, por ser una minoría generalmente muy informada -al menos a lo que a poesía se refiere- y de preferencias tremendamente nítidas, sobrepasa el ámbito de los premios. Aunque el Premio Nacional de Chile, que se da cada dos años y a la poesía cada cuatro años, genera mucha expectación mediática y crea polémicas bastante impresionantes que sobrepasan con creces lo literario copando los noticieros de televisión y las portadas de los diarios como efectivamente a sucedido, su efecto es muy momentáneo.
OM - ¿Cuál es tu compromiso personal con la poesía chilena?
R.Z. - La poesía es mi vida, ame o deteste mi vida no puedo sino estar comprometido con ella. Imagínese que hasta nos moriremos juntos.
Anteparaíso (1982)Allá va la que fue mi amor, qué más podría decirlesi ya ni mis gemidos conmuevena la que ayer arrastraba su espalda por las piedras.Pero hasta las cenizas recuerdan cuando no eranadie y aún están los muros contra los que llorandoaplastaba su cara mientras al verlala gente se decía "Vámonos por otro lado"y hacían un recodo sólo para no pasar cerca de ella pero yo reparé en ti, sólo yo me compadecí de esos harapos y te limpié las llagas y te tapé, contigo hice aguade las piedras para que nos laváramos y el mismo cielo fue una fiesta cuando te regalé los vestidos más lindos para que la gente te respetára.Ahora caminas por las calles como si nada de estohubiese en verdad sucedidoofreciéndote al primero que pasePero yo no me olvidode cuando hacían un recodo para no vertey aun tiemblo de ira ante quienes riendo te decían"ponte de espalda" y tu espalda se hacía un caminopor donde pasaba la gentePero porque tampoco me olvido del color del pastocuando me querías ni del azuldel cielo acompañando tu vestido nuevoperdonaré tus devaneosApartaré de ti mi rabia y rencory si te encuentro nuevamente, en ti me iré amandoincluso a tus malditos cabrones.Cuando vuelvas a querermey arrepentida los recuerdos se te hayan hecho ácidodeshaciendo las cadenas de tu cuelloy corras emocionada a abrazarmey Chile se ilumine y los pastos relumbren