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Nació en Rancagua en 1961, estudió en el Colegio Los Andes, Santiago y posteriormente Educación Parvularia en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Sus estudios de arte los realizó en el prestigioso taller de la artista Rosa Mena Valenzuela en el Salvador, Centroamérica (1993-1995). Previo a este encuentro con el dibujo y la pintura, asistió a talleres de fotografía en el Fotocine Club de Chile (1991).
Después de vivir 7 años en El Salvador, y de regreso a Viña del Mar, estudió grabado en la UPLA, Valparaíso.
Hace 12 años que pinta, ha expuesto en forma colectiva e individual. Ha participado en concursos (El Salvador y Japón) y recibido reconocimientos. Ha publicado un retrato del poeta Nicanor Parra, con su autorización. Actualmente, realiza talleres para adultos y niños en Viña del Mar, y Limache
Una figura emergente brilla en la escena pictórica chilena. Con una gran libertad en el ejercicio del arte, Ximena Cuadra nos sorprende gratamente con una muestra ecléctica en estilos y materiales.
Su pintura nos transporta desde marinas en miniatura hasta abstractos de gran formato, sin dejar de explorar distintos niveles de figuración, en los que se aprecia su gran talento y oficio.
Cuadros de vivos colores -propios de la pintura y naturaleza de la cual se nutren- son luego sucedidos por otros en blanco y negro que deleitan por su viveza y sentimiento.
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Verónica Griffin, Licenciada en Literatura y Difusora de Arte, luego de visitar la pagina web de la artista, se expresa en los siguientes términos:
Colores que acogen, abrigan, con la textura del terciopelo, de la lana, de la noche cuando es cálida. Planos de colores casi sin modulación, cuyo denominador común es la elegancia en que se combinan y, a veces, una distancia fina, educada que establece con esa intimidad vulnerable del observador atento.
Hay algo húmedo, vegetal en esta pintura, equivalente a la sensación que se tiene al respirar en un bosque después de la lluvia. Pero no es un bosque que se halle dentro de una geografía. Es el bosque de los sueños, de los cuentos de infancia, donde conviven historias, seres vivos que se arrastran y se hunden en la tierra, pisadas, el sonido del agua, penumbra, espíritus, mucho más allá de la contingencia, de un lugar, de un tiempo.
Su obra nace de una introspección que agrada. Una introspección amable, discreta. La extiende con suavidad sobre la mesa, la prepara para que podamos verla. Comparte su intimidad, sin jamás violentarnos. En algunas telas hay una delicadeza casi vegetal hacia el espectador, como amable es el paso de una estación a otra, de una forma a otra en el mundo biológico.
Y hay también una gran fuerza. Una fuerza segura. La misma que se siente cuando, en la representación de la cordillera que guarda el propio inconsciente, encuentra uno un arroyo, y algo dice que sus aguas llegarán a destino. Tal vez la transparencia, tal vez esa seguridad con que se van abriendo camino entre las piedras, o su sonido. Tal vez algo más profundo, casi simbólico, casi arquetípico.
Hay un equilibrio de fondo, una fuerza controlada que no se aprende, ni se imposta, ni puede inventarse, pero que se fija en la tela de un modo tan particular y honesto, que dificulto pueda simularse. Es la prueba del artista, la medida del talento. Complace reconocerla en la obra de Ximena Cuadra.
Sobre la reciente inauguración de su web, Alonso A. Rodríguez (Académico. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso) dirá:
Hemos asistido al lanzamiento de su Portal Web en un evento denominado Casa Abierta, realizado en Santiago de Chile. En un ambiente de fiesta, alejado de la rigidez propia de las tradicionales inauguraciones pictóricas, hemos compartido los espacios de trabajo de la artista y departido con ella sobre su obra y proceso creativo. En un verdadero evento multimedia, con pantalla gigante y jazz, fuimos invitados a navegar por su Portal, escuchando en off las reflexiones de la pintora, en una noche memorable. Hoy, a través de su portal web, www.ximenacuadra.cl, la obra de esta pintora chilena queda abierta en exposición virtual al planeta. Los invitamos a disfrutarla, tal como hemos tenido la oportunidad y el placer de hacerlo.
