Víctor Gaviria se dio a conocer con dos películas impactantes: Rodrigo D, no futuro y La vendedora de rosas, que sorprendieron a la crítica internacional, no tanto por la desgarradora realidad a la que hacían referencia como por el tratamiento poético de los temas. A partir de las conversaciones con este peculiar director colombiano, Jorge Ruffinelli hace un balance de su filmografía hasta llegar a su más reciente película Sumas y restas, recientemente estrenada en España, subrayando sus aportes en dos puntos fundamentales que definen la postura ética y estética del director: el manejo del idioma y el trabajo con los actores naturales, ofreciéndonos las claves de su proceso creador desde sus primeros libros de poemas, sus cuentos y reportajes, pasando por sus documentales hasta llegar a sus más recientes trabajos.
La tradicional visión maniquea de la cultura en América latina, por lo general, ha representado la realidad como si en ella sólo existieran dos bandos enfrentados, la lucha entre el bien el mal. Del mismo modo, las teorías y las ideologías han ayudado poco a comprender nuestro mundo. Algo muy distinto ofrece el cine de Gaviria cuya mirada desprejuiciada permite el reconocimiento de otro, ese otro que permanece en los márgenes y no queremos ver. El libro de Jorge Ruffinelli nos ofrece el perfil de un hombre inquieto, insatisfecho con la cultura oficial y académica, que busca el saber en los seres marginales en aquellos que no tienen voz y que la sociedad prefiere evitar, para no afrontar su responsabilidad. Gaviria es consciente de la dificultad que entraña hacer un cine comprometido en sociedades tan precarias como la colombiana. Y es que ante la impostura y la veleidad de la fama, Gaviria pone por delante la "naturalidad", palabra que define su trabajo: actores naturales, espacio natural, habla coloquial ... El libro de Ruffinelli, hace acopio de entrevistas, declaraciones del autor y de los actores, a la vez que da cuenta de la originalidad de un trabajo capaz de alcanzar una forma artística vibrante, expresada en un lenguaje muy actual, pero con los ojos llenos de ternura y de comprensión hacia el otro.