Laura Nieves

Poemas de Laura Nieves



Mi amado yogui tiembla
Tiene el invierno en sus pupilas
un demonio que le escribe cartas
Detrás de la pared
lo escucho gemir
lamentarse


Su miedo es mi miedo
una herida que quisiera cerrar


Mi amado yogui  tiembla
su cuello se ha enrojecido
por el dolor


Lo consuelo en mis brazos
con mi cabello lo cubro
lo dejo soñar


Quemo las cartas
que lo hacen temblar
al demonio le declaro guerra.

 

 

 

 

 

Él es fuego que hierve en mi cabeza

Reencarnación

libro budista

hombre de vimanas y menhires

 

Él es las líneas de mis manos

los chakras de mi cuerpo

Puma Punku

La puerta del Sol


Es Antroposofía

Thot

Lemuria

amuleto y prana


Él es la puerta a lo desconocido
fuego que enciende mis costumbres

me trae de vuelta a mi origen.




 

 

Un dia se cae
y otro se levanta
De cerca la casa
Los hermanos
El alegre sonar de los objetos

Mis manos acariciaron la tierra
Mi madre como un árbol me observaba

Han pasado treinta años
y aún recuerdo la ventana
donde recostada junto a un gato
vi las estrellas correr

Un mundo se abría y se cerraba
Cientos de civilizaciones
Millones de vidas palpitaban en los espejos

Me llevaron por encima
y debajo de este mundo
Sosegada y dividida caminé
Soy la imagen desatada por el cielo.

 

 

 

 

 

Las vacas pastan tranquilas en el campo

saciadas se acuestan sobre la yerba

Apacibles son sus cuerpos

y hermosos sus cuernos de media luna

Estiran sus patas

Frotan su pelaje con sus lenguas rosadas

La inocencia resalta en sus ojos

No conocen del mañana

Solo pastan

Se lamen

duermen

 

Es hermosa su inocencia

y la pureza de su instinto

que solo se conforma con vivir

 

Pero el hombre no se contenta con mirarlas

Quiere su piel

su carne

Destruye

se apodera de sus vidas inocentes y puras.




 

La sangre de mis ancestros
Viajo en la sangre de mis ancestros
en la de mis abuelos
madre
padre
tios
hermanos
primas muertas

Me trago sus miedos

historias

recuerdos

las leyendas de mi pueblo

Hago un pacto entre mis parientes y mi espíritu

un nudo invisible
que ya existía antes de nuestros nacimientos

Un fuerte lazo que ni la muerte puede desatar

Llevo en mi sangre una herencia cósmica

Un colectivo de almas
que transita en busca de su evolución.





 

Las muchachas de Zurigo van en el bus de las 12:00

En su idioma consonántico se enrolla una palabra

un salto de risa fina

 

Blancas y rubias

como las muñecas que vi en las jugueterías

Parlotean

Ríen

Hay juventud en sus mejillas

Ilusión en sus cuerpos blancos

 

Pronto el bus se convierte en una casa de muñecas

donde felices frente a sus tazas de té

sueñan

 

Son hadas de las nieves

vírgenes celestes

que llevan en sus sueños

las semillas para la próxima cosecha

 

Las muchachas de Zurigo van en el bus de las 12:00.




 

 

Abro el sello de tus ojos

Observo tus planetas

Tus días mudos

Tus constelaciones solitarias


Ángeles de sombras vienen a tu encuentro

Han perdido tu nombre

en tus oscuros momentos de existencia

 

Abro el sello de tus ojos

Una cábala apenas encendida
parpadea dentro de tu tórax

 

Ella es el camino del astronauta

La manzana de sal purificadora para los días malos

El magnánimo cuerpo que te alimenta

y quiere verte despertar

como aquella vez que te llamó por tu nombre

pero no quisiste escucharla

 

Triste y atormentado por los pensamientos

solo querías observar la brutalidad de tu cuerpo 


Ahora arrastras tu lomo herido

Creas un laberinto

un agujero para morir

 

Te has convertido en el animal
despedazado por la culpa

Has olvidado tu verdadero origen.




 

Amaso un pan para ti
Su masa es blanca
suave
redondeada
como la tierna cabeza de un bebe
que formo con mis manos

Me invade un instinto maternal
y siento ternura por esa masa suave
que se hunde con mis dedos al frotarla

Pienso en que ella
pudiera ser el cuerpo recién nacido de nuestro hijo
En el cual un alma ha reencarnado
para cumplir su ciclo

Me siento feliz por haber creado
un pequeño cuerpo con mis manos

Pronto me despierto de mi ilusión
El temporizador anuncia que el horno está precalentado

Vuelvo a la realidad
Comprendo que solo se trata de una masa para pan
que he amasado para ti
un domingo para nuestro desayuno

Sin prejuicios ingreso la masa de harina en el horno
pienso en el olor
y el sabor que tendrá el pan cuando esté listo

He olvidado mis pensamientos maternales
pero dentro de mí ese instinto queda latente.

Laura Nieves


Reseña biográfica


Laura Nieves (Ecuador, 1984) Posee un Máster en Formación e Investigación Literaria y Teatral en el Contexto Europeo. Ha publicado los poemarios Animales de Luz (2018), El macho de los 4 vientos (2019) y El olor de la canela (2022). Algunos de sus poemas han sido traducidos al alemán, francés, italiano, portugués y al mandarín taiwanés. Ha participado en encuentros literarios, festivales de poesía, conferencias y ferias de libro. Tiene una Mención de Honor del IV Premio Nacional de Poesía Joven Ileana Espinel Cedeño organizado por La Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas y El Quirófano Ediciones. Actualmente vive en Suiza y cursa un Programa de Doctorado en Estudios Lingüísticos, Literarios y Teatrales.