Rómulo Bustos AguirreNacido en Santa Catalina de Alejandría, Colombia (1954). Su obra poética, recogida en las compilaciones Palabra que golpea un color imaginario (1996, Universidad Internacional de Andalucía), Oración del impuro (2004, Universidad Nacional de Colombia) y Obra poética (2010, Ministerio de Cultura de Colombia), comprende los poemarios: El oscuro sello de Dios (1988), Lunación del amor (1990), En el traspatio del cielo (1993), La estación de la sed (1998), Sacrificiales ( 2007) y Muerte y levitación de la ballena ( 2010).Premio nacional de Poesía, de la Asociación de Escritores de la Costa (1985). Premio Nacional de Poesía Colcultura (1993). Premio Blas de Otero de la Universidad Complutense de Madrid (2009). Realizó estudios de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Cartagena. Magister en literatura hispanoamericana por el Instituto Caro y Cuervo. Actualmente se desempeña como profesor de literatura en la Facultad de Ciencias humanas de la Universidad de Cartagena (Colombia). Reside, temporalmente, en Madrid (España). E-mail: romulobustosaguirre@yahoo.com(Del poemario inédito: La pupila incesante)
METAFÍSICA
Después de que te has sentado de una buena vez en el retrete bien puedes pensar con Leibnitz que este sea el mejor de los mundos posibles
Esta sensación de plenitud puede durar aproximadamente entre 60 ó 146 segundos dependiendo, claro está, de la envergadura del asunto Lo inquietante de todo esto es que a lo mejor no te equivocas
POETA
Sospecha de mí
Es sano sospechar de un poeta que ha publicado su quinto libro Mejor aun sospecha a partir del tercero
Tout le rest pudiera ser literatura Trampa Lánguida hipoteca al oficio
Yo llevo publicado el sexto
Juro que no soy Pedro pero ya he negado tres veces Y aún no canta el gallo
SER Y NO SER
Puedes tener dos valvas Eso no te hace necesariamente un molusco si las mantienes bien abiertas
Nada hace mejor al alma que estar oreada que el afuera esté adentro Así toda la extensión del ser será afuera, espacio puro del adentro Desde luego con un ojo bien despierto en cada valva Tampoco se puede andar por ahí con las vísceras al aire Siendo, después de todo quiéraslo o no, un indefenso molusco
JACOB Y EL ÁNGEL REVISITADOS Comprendo que no soy un perro porque no levanto la pata trasera y orino cuando encuentro una pared o un árbol
Comprendo que no soy un ángel porque me dejo caer de un sexto piso y salta en añicos mi precario vuelo
La idea de un ángel/perro, de un ang-rro no me desagrada
Pero tan pronto la imagino, el ángel se llena de filos y el perro confunde al ángel con un árbol e inevitable levanta la pata
Me aturde el furor del ángel Me paraliza su implacable pureza, su falta de piedad Y no atrevo confrontarlo
El perro no parece inquietarse ante todo esto y se marcha en busca de su árbol Yo sigo sus azarosos pasos, detrás de él cojeando (Del poemario: Sacrificiales , 2004)
LO ETERNO
Lo eterno está siempre ocurriendo ante tus ojos
Vivo y opaco como una piedra
Y tú debes pulir esa piedra hasta hacerla un espejo en que poderte mirar mirándola Pero entonces el espejo ya será agua y escapará entre tus dedos
Lo eterno está siempre en fuga ante tus ojos
EL CARROÑERO
El carroñero hace bien su tarea: mondar el hueso, purificarlo de la pútrida excrecencia En algún lugar de la vida, algo hace exactamente lo contrario: cubre el hueso empuja la oscura floración de la carne A su extraño modo el carroñero también trabaja en la resurrección de los muertos LA INOCENCIAToda existencia es inocente Héctor Rojas Herazo
El mal es inocente
La fruta que cae y hiere el pulcro filo del cuchillo es inocente La mirada del voyeur es inocente La agonía del pez es inocente El hombre que tropieza e infama la piedra que tropieza es inocente Las manchas solares las sangrientas estatuas de los próceres que ornamentan las plazas de las ciudades son inocentes
Los sórdidos y cotidianos emblemas de la inocencia
La monstruosa inocencia
(Del poemario: Muerte y levitación de la ballena, 2010)
CUENTO Me pregunto: ¿Por qué escribo poesía?
Y desde algún lugar del misterioso bosque
(de ese otro cuento que en vano estoy tratando
de escribir en este poema)
responde el lobo
moviendo socrático la peluda cola:
-Para conocerte mejor
OBSERVACIÓN HECHA DESDE EL HEMISFERIO IZQUIERDO DEL CEREBRO
Es probable que Dios no exista
Esto en realidad carece de importancia
Más interesante es saber que existe el hemisferio derecho del cerebro cuya función es soñarlo
MUERTE Y LEVITACIÓN DE LA BALLENA
En pausado sueño veo caer la ballena
230 toneladas de carroña o alimento cayendo 230 mundos de gravedad empujando hacia abajo 230 infinitas toneladas de vértigo mecidas, en cámara lenta, por imperceptibles corrientes oceánicas
Inmensa, poderosamente muerta, la ballena
Pareciera que su caída suscitara el abismo en que está cayendo
Como el gran mulo de Lezama va cayendo en el abismo la ballena Como Lezama mismo ornamentado con la majestad de todas sus grosuras va cayendo
A los 20 niveles de profundidad la ballena ha perdido ya sus dos aletas
Eficaces mandíbulas lo atestiguan
Seres sin ojos la miran caer Seres sin bocas raen su densa carne
Muchos años tomará el proceso de descarnamiento total de la ballena hasta que al fin alcance su más recóndita blancura me digo en el sueño
Pero, ¿en realidad cae, está cayendo la ballena?
¿Cómo saber con certidumbre si un cuerpo está cayendo sobre el mundo o si es el mundo el que se está elevandose/cayendo sobre dicho cuerpo?
Este inusual tipo de preguntas ya lo han afrontado algunos estudiosos de la nueva física
Menos extrañeza produce tal pregunta si las cosas ocurren en un pausado sueño
Terrible, blanca ballena lábil rastro de espuma cayente, muéstrame tu no visible belleza Invoco sonámbulo
Y por un instante la puedo ver detenida en su caída suspendida, palpitante elevándose como asombrosa flor del abismo, en el vasto esplendor del vacío
Pero, ¿en realidad, levita, está levitando la ballena?
Esto casi equivale a preguntarse, rayando los umbrales del lugar común ¿Cómo saber con certidumbre cuál es el verdadero sueño el sueño del soñante o la vigilia del vigilante?
Tal vez todo se funde en el poder germinal de las imágenes como asegura Bachelard
Es decir, el sueño vigilante, es decir, la vigilia soñante
Es decir, en fin ese misterioso lugar donde también la ballena pudiera vernos caer o ascender en pausado sueño |