LA ETEREIDAD DE LA MEMORIA MACHADIANA Por M. Ángeles Vázquez Laliteratura "finisecular" del XIX se vio envuelta siempre en un halode misterio y decadencia propia de las rupturas y del tremendo cambio quesupone el inicio de un nuevo e incierto siglo. A esta actitud procedente deFrancia y Alemania, opuso el ámbito de habla hispana una expresión mágica decuño propio: el Modernismo (posturacon mayor percepción del mundo que la propuesta por Baudelaire en su famosateoría de la Modernidad),caracterizado por la confluencia de elementos heterogéneos, a menudo confusosentre si, con un claro objetivo de exaltación preciosista. Enpoesía se establecía una nueva estética de la palabra y las formas y un repertorioexótico proveniente del clasicismo: noches de luna, otoños ensoñados, fuentesmarmóreas y melancólicas, etc., expresadas con un léxico cuidadosamenteelaborado y no exento de extravagancias verbales. Representó un gran lazo deunión cultural entre la comunidad lingüística de la península y ultramar, conRubén Darío, como indiscutible iniciador. Antonio Machado, fue unbaluarte del modernismo español, ya que el poeta realizó tremendos esfuerzospara trascender a la obra del maestro nicaragüense. La lectura de sus poemasevoca un intenso sentimiento de símbolos difícilmente atrapables en estaspáginas: el amor y el desamor, el color, la tristeza, la tarde, el dolor, lamuerte ....
"...ligero de equipaje, casi desnudo, comolos hijos de la mar" CAMPOS DE CASTILLA (1912) Enun temprano Machado ya existen ("La fantasía de una noche de abril") conatos de exotismo andaluz en un ambiente de ensoñación lunar, de callesblancas y retorcidas, de ritmos trepidantes, (todo ello fantaseado bajo elefecto del vino): tópicos claros de latendencia estética de la época y de una clara huella de los simbolistas franceses en la acusadapredilección de Machado por ciertos temas, así como en la frecuente utilizaciónde algunos procedimientos formales. Seráen Soledadesdonde nos encontremos esos toques modernistas (decoradosparnasianos, marmóreos) y una evocación nostálgica del modernismo latinoamericano, aunque en el casode nuestro poeta, predomine siempre la mirada hacia el interior de si mismo: Siempre que sale el alma de la oscura/galeríade un sueño de congoja.... (De Soledades). Estos poemas rompen conla vieja tradición, pero poseen esa vena romántica que nunca abandonaráMachado: el jirón sin estridencia, influjo claramente becqueriano.Sialgo define a Machado es su transparencia, su imagen desgarrada de hombrebondadoso, insondable y melancólico, enredado con el tiempo y definitivamente,"en el buen sentido de la palabra, bueno". Nohay superficialidad ni colorido fácil en su obra. Captó como un"elegido" la temporalidad de lo humano, el significado mismo de lapoesía, el tormento vital de hombres y mujeres, la hondura del paisaje, lapasión, elementos éstos que le llevaron a representar una importante épocalírica de habla española. Nonos enfrentamos a una obra monolítica, sino enriquecida por el paso de sutiempo. Camposde Castilla es el conjunto poético en el que nos vamos a detener, porqueentendemos que en ella se halla con mayor luminosidad la "concienciacósmica" del poeta o lo que es lo mismo, la "fenomenología delalma" en sus años de Soria (1908-1912), claves esenciales para acercarse ala poesía de Machado. Se traslada como Catedrático de francésen el Instituto de la capital castellana y le abre la mirada a un paisajedotado de nuevas dimensiones poéticas. El poeta se objetiviza en la naturalezay nos comunica sentimientos provenientes de su alma. No solo le interesa latierra, sino la colectividad que la ocupa y será con esta contemplación cuando lleguemos al llamado "noventaiochismo" machadiano, como una clarareacción antimodernista: sencillez lírica y patriotismo, visión agria depueblos y ciudades pequeñas que magistralmente Machado traslada al conflictonacional. La brevedad de su matrimonio y la muertede Leonor llenarán de dolor y nostalgia suave su obra anterior, buscando unaresistencia emocional nueva, época ésta de hostilidad machadianahacia el barroquismo lírico, consiguiendo con su actitud que algunos críticosle tacharan de "penuria de imágenes" en su obra. Este talante lodesarrollará en boca de "Juan de Mairena" y en "LosComplementarios": resultará muy instructivo para el lector machadianoconocer sus apreciaciones sobre el adjetivo versusmetáfora. Lamaestría del escritor se detiene en mostrarnos una realidad que ha sidoconvertida en fuente de belleza, su mirada desvía a la nuestra hacía otraconcepción del mismo paisaje vislumbrado, y nos lo presenta magnánimo ygeneroso, un horizonte mágico que hasta entonces el lector no había explorado,usando para ello palabras sencillas que expresan cosas sencillas, aunque todoel conjunto de la obra conforme presencias divinizadas en el mismo instante enque plasma, como un cuadro impresionista, una partícula de tiempo,inmortalizada. Por esto, sus poemas suelen ser breves, sin selecciones embellecedoras,como pinceladas autónomas e independientes de lo que las rodea (poco uso de losverbos para nominalizar, no se trata de descubrir acciones, sino de presentarrealidades): poca retórica y mucha sinceridad es lo que nos conmueve de supoesía. Lospoemas escritos tras la muerte de su esposa Leonor, son los que crean lasegunda edición de Campos de Castilla,que agrupa nueve poemas de los más intensos de la lírica española, según ManuelAlvar, y que presenta todo el proceso espiritual de un alma: del hombredesesperado pasamos al hombre resignado, aunque desea desarraigarse de laamada, ésta permanece joven y viva, pero el poeta ya ha envejecidodefinitivamente. Tanto vital como estéticamente, se ha clausurado un procesofundamental en la obra de Machado. El recuerdo (porque recordar, es, en ciertomodo, soñar) se le esfumaba de la realidad para evadirse al ensueño, Soria espor tanto, una entrañable evocación "las almas huyen para darcanciones":"... En la desesperanza y en lamelancolíade tu recuerdo, Soria, mi corazón seabreva.Tierra de alma, toda, hacia la tierramía.por los floridos valles, mi corazón telleva" Recuerdos
Lamemoria modifica el pasado, lo altera. El mecanismo de la evocación opera comouna transfiguración. Imaginamos al poeta reviviendo en el verso, porque elpoema se encuentra entre sus manos como una realidad testimonial. El recuerdo,productor de melancolía y desesperanza, es a su vez la sustancia que calma lased del corazón herido. Así ocurre en el poema "Caminos", quemientras contempla la belleza y la soledad de los campos andaluces (antesllenos de color y de luz), sabe que no pueden conducirle ahora a ninguna parte: "De la ciudad morunatras las murallas viejas,yo contemplo la tarde silenciosa,a solas con mi sombra y con mi pena.............................¡Ay,ya no puedo caminar con ella!" Caminos
Sussímbolos poéticos se cargan de un gran contenido semántico con connotaciones detipo emotivo, un léxico heterogéneo con clara intención unificadora. El agua yla fuente rara vez son meros elementos decorativos, las hojas mustias, latarde, los cipreses negros, las iglesias destruidas... dota a las palabras denuevos valores que las enriquecen, aunque ya en Nuevas Canciones adjetivice los viejos romances y ahora lafuente modernista se convierte en plaza castellana. En losúltimos años de su creación, el acercamiento a Madrid y su creciente interéspor el teatro le distraen de su soledad, interesándose cada vez más por laprosa, ideas que pone en boca de Juan de Mairena u otros apócrifos, aunque el"tiempo y el dolor", siguieran torturándolo.
Oración por Antonio Machado
Misterioso y silencioso ibauna y otra vez. Sumirada era tan profunda queapenas se podía ver. Cuandohablaba tenía un dejo detimidez y de altivez. Yla luz de sus pensamientos casisiempre se veía arder. Eraluminoso y profundo comoera hombre de buena fe. Fuerapastor de mil leones yde corderos a la vez. Conduciríatempestades otraería un panal de miel. Lasmaravillas de la vida ydel amor y del placer, cantabaen versos profundos cuyosecreto era de él. Montadoen un raro Pegaso, undía al imposible fue. Ruegopor Antonio a mis dioses, ellosle salven siempre. Amén. Rubén Darío
SELECCIÓN DE TEXTOS MACHADIANOS DeSOLEDADES(1899-1907) XVI Siempre fugitiva y siempre cerca de mí, ennegro manto mal cubierto eldesdeñoso gesto de tu rostropálido. No sé adónde vas,ni dónde tu virgen bellezatálamo busca en la noche.No sé qué sueños cierrantus párpados, ni de quien hayaentreabierto tu lechoinhospitalario. ... Detén el paso,belleza esquiva, detén elpaso. Besar quisiera la amarga, amarga flor de tuslabios. XVII HORIZONTE En una tarde clara y amplia como el hastío, cuando su lanza blande el tórridoverano, copiaban el fantasma de un gravesueño mío mil sombras en teoría, enhiestassobre el llano. La gloria del ocaso era unpurpúreo espejo, era un cristal de llamas, que alinfinito viejo iba arrojando el grave soñar enla llanura ... Y yo sentí la espuela sonora demi paso repercutir lejana en elsangriento ocaso, y más allá, la alegre canción deun alba pura. De HUMORISMOS, FANTASÍAS, APUNTES
XLVIII LAS MOSCAS Vosotras, las familiares, inevitablesgolosas, vosotras, moscasvulgares, me evocáis todaslas cosas. ¡Oh, viejas moscas voraces como abejas enabril, viejas moscaspertinaces sobre mi calvainfantil! ¡Moscas del primer hastío en el salónfamiliar, las claras tardesde estío en que yo empecéa soñar! Y en la aborrecida escuela, raudas moscasdivertidas, perseguidas por amor de loque vuela, -que todo es volar-, sonoras rebotando en loscristales en los díasotoñales ... Moscas de todaslas horas, de infancia y adolescencia, de mi juventuddorada; de esta segundainocencia, que da en nocreer en nada, de siempre ... Moscas vulgares, que de purofamiliares no tendréis dignocantor: yo sé que oshabéis posado sobre el juguete encantado, sobre el librotecerrado, sobre la carta deamor, sobre lospárpados yertos de los muertos. Inevitables golosas, que ni labráiscomo abejas, ni brilláis cualmariposas; pequeñitas,revoltosas, vosotras, amigasviejas, me evocáis todaslas cosas. De CAMPOS DE CASTILLA (1907-1917) CIX AMANECER DE OTOÑO A Julio Romero de Torres Una larga carretera entre grisespeñascales, y alguna humildepradera dondepacen negros toros. Zarzas, malezas, jarales. Está la tierra mojada por las gotas delrocío, y la alameda dorada, hacía la curva delrío. Tras los montes de violeta quebrado el primeralbor: a la espalda laescopeta, entre sus galgos agudos, caminando uncazador.
la muerte en micasa entró.
Se fue acercandoa su lecho
delante de mí¿Qué has hecho?
¡Ay, lo que lamuerte ha roto
era un hilo entrelos dos!
y por la crin locogía ...
Cuando el mozo sehizo viejo
preguntaba: ¿Túeres sueño?
Este noble poeta, que ha escuchado
los ecos de la tarde y losviolines
del otoño en Verlaine, y queha cortado
las rosas de Ronsard en losjardines
de Francia, hoy, peregrino
de un Ultramar de Sol, nostrae el oro
¡Salterios del loor vibran encoro!
con fuerte casco y aceradaprora,
de viento y luz la blancavela henchida
surca, pronta a arribar, lamar sonora.
Y yo le grito: ¡Salve! a labandera
que de una nueva España aEspaña viene.
De NUEVAS CANCIONES (1917-1930)
solo, con sumemoria y el espejo
donde ella semiraba un claro día.
Como el oro en elarca del avaro,
todo un ayer enel espejo claro.
Ya el tiempo paraél no correría.
Mas, pasado el primer aniversario,
¿cómo eran -preguntó-,pardos o negros,
sus ojos? ¿Glaucos? ...¿Grises?
¿Cómo eran, ¡SantoDios!, que no recuerdo? ...
de primavera, ypaseó en silencio
su doble luto, elcorazón cerrado ...
De una ventana enel sombrío hueco
vio unos ojosbrillar. Bajó los suyos
y siguió sucamino ... ¡Como ésos!
EN MEMORIA DE ABEL MARTÍN
Mientras traza su curva el pez de fuego,
junto al ciprés, bajo elsupremo añil,
y vuela en blanca piedra elniño ciego,
y en el olmo la copla demarfil
de la verde cigarra late ysuena,
-la negra estampa de su manobuena-
que ha dictado el silencio enel clamor.
Al dios de la distancia y de la ausencia,
del áncora en el mar, laplena mar ...
Él nos libra del mundo-omnipresencia-,
nos abre senda para caminar.
Con la copa de sombra bien colmada,
con este nunca lleno corazón,
honremos al Señor que hizo laNada
y ha esculpido en la fenuestra razón.
De POESÍAS DE GUERRA (1936-1939) LXXXIV S EL CRIMEN FUE EN GRANADA: AFEDERICO GARCÍA LORCA
Se le vio, caminando entre fusiles,
aún con estrellas de lamadrugada.
rezaron: ¡ni Dios tesalva!
-sangre en la frente yplomo en las entrañas-
... Que fue en Granadael crimen
sabed -¡pobre Granada!-,en su Granada.
Se le vio caminar solo con Ella,
-Ya el sol en torre ytorre, los martillos
en yunque- yunque yyunque de las fraguas.
requebrando a la muerte.Ella escuchaba.
“Porque ayer en miverso, compañera,
sonaba el golpe de tussecas palmas,
y diste el hielo a micantar, y el filo
a mi tragedia de tu hozde plata,
te cantaré la carne queno tienes,
tus cabellos que elviento sacudía,
los rojos labios dondete besaban ...
Hoy como ayer, gitana,muerte mía,
por esos aires deGranada, ¡mi Granada!”
de piedra y sueño en elAlhambra,
sobre una fuente dondellore el agua,
el crimen fue enGranada, ¡en su Granada!
Estos días azules y este solde la infancia[1]
BIBLIOGRAFÍA DEL AUTOR A. MACHADO ( Sevilla, 1875-Collioure, 1939) 1893 Primeras publicacionesconocidas 1901 Primer poema impreso 1903 Soledades 1907 Soledades. Galerías. Otros poemas (en la edición de 1919, Soledades, galerías y otros poemas) 1912 Campos de Castilla 1913-1925 Los complementarios 1917 Poesías completas 1923-26 De un cancionero apócrifo -Abel Martín- 1924 Nuevas canciones 1936 Juan de Mairena 1936-1939 Mairena póstumo 1936-1939 Poesías de tiempo de guerra 1937 La Guerra OBRASDE TEATRO en colaboración con su hermano Manuel 1926 a 1941 La duquesa deBenamejí La primaFernanda Juan de Mañara La Lola se va alos puertos Desdichas de lafortuna o Julianillo Valcárcel Las Adelfas El hombre quemurió en la guerra
BIBLIOGRAFÍA SOBRE EL AUTOR Machadoes uno de los autores españoles del siglo XX que más estudios a generado a lacrítica especializada, por lo que seleccionaremos algunos de los trabajos quemás interesantes nos han parecido (Manuel Alvar, Aurora de Albornoz, ManuelTuñón de Lara, y Allen W. Phillips entre otros), aunque Dámaso Alonso, ha sidosin duda, el que de una forma más concienzuda ha estudiado su “poética”, sindesdeñar la labor de Oreste Macrì, que en colaboración con Gaetano Chiappini(1988) han publicado una de las mejores ediciones críticas de la obra completade Machado. 1954 Zubiría,Ramón de. La poesía de Antonio Machado,Buenos Aires 1959 Ferraté,Joan (edic.) Ediciones dels Quaderns Crema, Barcelona, pág. 180 1972 Valverde,José María (edic. de). Antonio Machado, Juande Mairena, Madrid, Castalia (Clásicos Castalia, 42) 1973 Albornoz, Aurora de y Guillermo de Torre (edic. de), Obras. Poesía y prosa, Buenos Aires, Losada, 2ª edic. 1975 Cano,José Luis. Antonio Machado (biografíailustrada), Barcelona, Destino. 1975 Valverde, José María. Antonio Machado. Madrid, Siglo XXI editores (Colec. Crítica literaria), 1976 Alonso,Dámaso, “Muerte y tras-muerte en la poesía de Antonio Machado” en Revistade Occidente, 3ª época, 5-6, pp. 11-24 1978 Caravaggi,Giovanni. “Teoria del linguaggio poetico in Antonio Machado”, Linguisticae Letteratura, III, pp. 65-110 1983 Popeanga, Eugenia. Antonio Machado: poesía y lenguaje. Un estudio sobre los espacios poéticos, Madrid, Universidad Complutense. 1987 Ribbans,Geoffrey. “Antonio Machado y el Modernismo”, en I.A. Schulman (edic.), Nuevosasedios al Modernismo, Madrid, Taurus 1988 Alvar, Manuel (edic. de). Antonio Machado Poesías completas, Madrid, Espasa Calpe. 1988 Macrì,Oreste (edic. de). Antonio Machado, Poesíay prosa, con la colaboraciónde Gaetano Chiappini, Madrid, Espasa-Calpe-Fundación Antonio Machado, 2 vols. 1989 Barnstone, Willis. “Antonio Machado and Rubén Darío”: A Failure of Literary Assassination, or the Persistence of Modernism in the Poetry of Antonio Machado”, Hispanic Review, 57, 3, pp. 281-306 1990 Antonio Machado hoy, Actas del Congreso Internacional conmemorativo dela muerte de Antonio Machado, Sevilla, Ediciones Alfar, 4 vols. 1990 Verdú de Gregorio, Joaquín. Antonio Machado: Soledad, infancia y sueño, Madrid, Fondo de Cultura Económica. 1992 ParedesNuñez, Juan (edic. de). Antonio Machado.Baeza 1902-1989, Granada,Universidad de Granada, Colección Crítica Literaria, monográfico 117. 1993 Ávila, Pablo Luis (edic. de). Antonio Machado hacia Europa. Madrid, Visor Libros. 1994 Rico, Francisco (edic. de) Historia y crítica de la literatura española. Modernismo y 98. Primer suplemento 6/1. José-Carlos Mainer, Barcelona, Crítica Grupo Grijalbo-Mondadori (ver varios trabajos críticos realizados en torno al Modernismo español y al autor).
[1] Este es el último versoescrito por Machado y encontrado en el bolsillo de su chaqueta |