UN TEXTO DESCONOCIDO DE JORGE LUIS BORGES SOBRE HUIDOBRO (1922) Un pequeño enigma descifrado
Carlos García (Hamburg)
La relación entre el
joven Borges y el poeta creacionista chileno Vicente Huidobro merece un
profundo ensayo, que abarque desde 1920 hasta fines de los años 40. Planeo
escribir ese ensayo en otra oportunidad; en la presente, solo deseo aclarar
un punto menor, pero que ha ocupado mi curiosidad desde hace un tiempo.
Para ubicar el tema aquí tratado, de 1922, lo pondré primero en el contexto de la relación de Borges con la obra de Huidobro entre 1920 y 1925. La mención más antigua llegada a mi conocimiento procede de una carta inédita de Borges a Guillermo de Torre, enviada desde Palma de Mallorca hacia el 3 de septiembre de 1920: “Te felicito por la culminación bismarkiana de tu duelo à outrance con el hombre de los párpados sin alas.” Si bien Borges no menciona allí expresamente a Huidobro, se reconoce al chileno en el giro final, ya que su poema Ecuatorial comienza: Era el tiempo en que se abrieron mis párpados sin alas y empecé a cantar sobre las lejanías desatadas. Borges alude con su gratulación al artículo de Torre “La poesía creacionista y la pugna entre sus progenitores” (Cosmópolis 20, Madrid, agosto de 1920, 589-605), que Torre publicó en el marco de su incipiente polémica con Huidobro.[1] Pocas semanas después, el 1 de noviembre de 1920, Borges escribirá a su amigo ginebrino Maurice Abramowicz, también desde Palma:[2] Comprendo tu sorpresa ante la idiotez de la prosa de Huidobro [...]. A pesar de mi admiración por Huidobro –que es, después de todo, un muy buen poeta–, no tengo simpatía ninguna por su sistema del creacionismo integral. Reducir la poesía a ser una serie ininterrumpida de metáforas y de metáforas a la segunda y tercera potencia, me ha parecido siempre una limitación horrible. Un academicismo peor que el antiguo. Hacia mediados de agosto de 1923, Borges vuelve a escribir a Torre (carta inédita):
El juicio será una vez más peyorativo en carta de comienzos de febrero de 1925: “Leí lo de Gerardo Diego: veo que en él todos los caminos llevan a Huidobro”. Intencionalmente he dejado de lado, hasta aquí, un texto de Borges surgido hacia la mitad del periodo 1920-1925, para ocuparme de él en detalle. En carta a su amigo mallorquín Jacobo Sureda, del 25 de julio de 1922, Borges dice (Cartas del fervor, 1999, 124): En Ultra he sabido que me publicaron un artículo mío contra Huidobro, mas no he recibido aún el número.El primero en dar a conocer esa carta, Carlos Meneses, investigador peruano radicado en Palma de Mallorca, anota: “Apareció en uno de los últimos números de Ultra”.[3] Por la época en que Meneses escribía, no se disponía aún de la reedición facsimilar de Ultra, que fue publicada en 1993. Hojéandola hoy, se puede comprobar que el artículo de Borges no figura allí. (En el número 20 de la revista, muy anterior al que ahora nos ocupa, hay un texto sobre Huidobro, de carácter positivo y solidario, pero no aduce firma alguna y nada habla en favor de que sea de Borges. Conjeturo que fue obra de Humberto Rivas y / o de José Rivas Panedas).[4] Aunque ignoro el paradero del texto de Borges, presumo que estaba relacionado con la querella mantenida, por esas fechas, entre Huidobro y Torre acerca de la originalidad del primero, o con ciertos aspectos de la teoría creacionista. El último número de Ultra fue el 24, fechado “Madrid, 15 de marzo de 1922”. Se había planeado sacar un número más, que debía aparecer en mayo de 1922, pero que por motivos desconocidos no lo hizo. Por casualidad, he descubierto el siguiente indicio, que ayuda a desentrañar el enigma. En la contraportada de Cosmópolis 43, Madrid, julio de 1922, 176, se reproduce parte de lo que debía ser el índice de ese número de Ultra, que no llegó a aparecer. Allí figuran estos tres títulos: “La paradoja del Creacionismo”, por J. L. Borges Poemas de J. R. Jiménez “Los espejos curvos de un humorista”, por G. de Torre Hasta que aparezcan más indicios, debemos dar el texto de Borges por perdido. En cuanto al de Torre, que se ocupa críticamente de El movimiento V.P., la novela en clave de Rafael Cansinos Assens, fue publicado poco más tarde bajo el título “Los espejos curvos de un humorismo forzado” en Cosmópolis 44, Madrid, agosto de 1922, 329-333; y luego, quizás por mediación de Borges, en Nosotros 161, Buenos Aires, octubre de 1922, 271-274. Según da a entender mediante carta inédita y sin fecha a Torre, pero de hacia mayo de 1922, Borges había leído poco antes la novela de Cansinos aparecida en 1921 (reedición facsimilar, con prólogo de Juan Manuel Bonet: Hiperión, Madrid, 1978; reedición no facsimilar, con una posdata de Bonet: Madrid. Viamonte, 1998). En ella, Cansinos parodia la escena ultraísta. Torre es zaherido allí bajo el sobrenombre “El Poeta Más Joven”, por lo cual no asombra que quiera comentar públicamente la novela en clave de Cansinos. Borges, que sentía alguna lealtad para con Cansinos, intenta disuadirlo, pero Torre desoye su consejo. Ignoro qué poemas habría aportado esta vez Juan Ramón Jiménez a Ultra, revista dirigida por los hermanos Humberto Rivas y José Rivas Panedas, con la ayuda de Tomás Luque, y en la cual había colaborado ya el año anterior, en el primer número.[5] Interesa comentar que ese anuncio de Ultra aparecido en Cosmópolis no reproduce todo el índice, sino apenas un extracto. Puede mostrarse que esa selección de títulos se limita a proyectos, temas y autores que interesaban a Guillermo de Torre por alguna razón:Borges, porque ya era (a despecho de lo que afirman otros investigadores, que fechan su noviazgo con Norah más tarde) el incipiente cuñado de Torre, además del nexo con numerosas revistas europeas; Jiménez, porque por estas fechas Torre estaba intentando ganar sus favores literarios (véase mi edición del epistolario entre ambos).[6] Y por último, Torre mismo. Recuérdese que Torre era por estas fechas secretario de redacción de Cosmópolis (fue su primer puesto pago): podía así decidir qué se publicaba y qué comentaba (o no) en la revista. Por eso no pierde oportunidad de mencionar su propio trabajo. Es decir, del índice de Ultra Torre recoge en la nota de Cosmópolis sólo lo que le parece interesante o útil a sus fines, en relación con proyectos propios y de personas aliadas. Es, también, una manera de hacer cultura, de influir en el campo cultural, objetivo que Torre tenía en claro y perseguía desde muy joven. En este caso, ayuda a resolver un enigma no por pequeño menos insidioso. (Hamburg, 25-XII-2017) [1]Al respecto, véase mi trabajo: “La polémica Huidobro-Torre a la luz de correspondencias inéditas (Cansinos, Vando-Villar, Reyes, Ramón)”: Gabriele Morelli / Margherita Bernard, Eds.: Nel segno di Picasso. Linguaggio della modernità: dal mito di Guernica agli epistolari dell’Avanguardia spagnola. Atti del Congresso Internazionale, 16-17 aprile 2004, Università degli Studi di Bergamo. Milán: Viennepierre, 2005, 121-141 (versión reducida). Reproducido en versión completa en un apéndice de mi edición de la Correspondencia Alfonso Reyes-Vicente Huidobro, 1914-1928. México: El Colegio Nacional, 2005. Una versión (actualizada en diciembre de 2017), figura en este mismo número. [2]Jorge Luis Borges: Cartas del fervor. Correspondencia con Maurice Abramowicz y Jacobo Sureda (1919-1922). Prólogo: Joaquín Marco. Ordenamiento y notas, semblanzas, bibliografía: Carlos García. Barcelona: Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores / Emecé, 1999, 122 (original en francés; traducción de CG). [3]Jorge Luis Borges: Cartas de juventud (1921-1922). Edición y estudio crítico de Carlos Meneses. Palma de Mallorca: Orígenes, 1987, 77, n. 4. [4]Sobre el primero, véase Pilar García-Sedas: Humberto Rivas Panedas: El gallo viene en aeroplano. Poemas y cartas mexicanas. Sevilla: Renacimiento, 2009; sobre su hermano, cf. Carlos García y Pilar García-Sedas: José Rivas Panedas. Poeta ultraísta, poeta exiliado. Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2015. [5]En cuanto a la relación de Juan Ramón Jiménez con ellos y su revista, véase su Epistolario II, 1916-1936. Edición de Alfonso Alegre Heitzmann. Madrid: Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2012 (Epístola, 11), 206-207. No hay menciones de los hermanos Rivas ni de Ultra en el año 1922. [6]Carlos García: Correspondencia Juan Ramón Jiménez / Guillermo de Torre, 1920-1956. Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2006. Por un infausto azar, no se conservan cartas del año 1922 entre ambos, aunque seguramente las hubo.
|