Michelle Rincón
Selección de Poemas de Michelle Rincón
Hay quienes vivimos con la sensación de caer constantemente.
―Caemos al amar
―Caemos al odiar
―Al escribir
Caer,
aunque duele,
es el estado más puro del ser.
Nunca se sabe cómo esconder tanto abandono
cómo no pensar la plegaria
cómo llorar lo insalvable
y escribir la palabra mudez
de la misma manera en que se escribe la palabra ruina.
Escribir la palabra soledad
hubiera sido más fácil que gritar un nombre.
Escribir la palabra noche
es mejor que soñarla.
Escribir en algunas ocasiones es deplorable:
amamos la literatura porque nos lleva a algún lugar
donde estuvimos o soñamos
amamos la literatura porque es
y al mismo tiempo no es
Escribir es una angustia
porque al leernos en ella
parimos un hijo
que puede ser luz o sombra.
Hoja en blanco:
Aquí tienes un hijo
para hacer presencia o soñar.
Si el hombre ha perdido la necesidad del amor
¿se dará cuenta de su soledad?
Si el hombre ha olvidado la soledad
¿se dará cuenta de su poesía?
Si el hombre ya no siente la poesía
¿se dará cuenta de la desnudez?
En el afuera
una ciudad vestida por la luz y el ruido.
En el adentro
un ave y su canto.
En ambos
la imposición de una especie de silencio.
Los pies desnudos recuerdan el pasado
su sentir las piedras más pequeñas y el lastimarse,
llevan a un lugar remoto en la memoria
que no precisa el dónde
sólo se regresa a él
a ese espacio lleno de color sin nombre.
Un roce extraño nos regresa a otro
y su sentir indefinible,
es la única evidencia de haber pertenecido.
Siempre se detiene una lectura
sin dejar de mirar las palabras y la página,
las letras una a una se van diluyendo
hasta dejar desnuda la hoja.
La mirada huye del libro e ingresa en nosotros,
recorre cada uno de los rostros que nos habitan.
La mirada se pierde junto con el lugar.
Solos,
el libro, el lector y las manos que lo aferran
acarician lo impalpable.
Siempre, el salir de alguien y volver a sí,
trae consigo la extrañeza
―las cosas ya no ocupan el lugar de siempre
y en la ausencia crecieron y encogieron a su antojo.
No volvemos a ser lo que debemos:
una vez dentro,
somos lo que nos tocó ser.
El constante entrar y salir,
transforma.
Ponga la palabra hastío sobre el viento
arroje la palabra ropa
y siéntese sobre la palabra cansancio.
Así,
con la palabra desnudez
disfrute de la palabra sosiego.
Cerrar los ojos
deslizar las manos sobre el cuerpo dentro la ropa
―buscarlo
―encontrarlo
―palparlo
―disfrutarlo
Abrir el cuerpo al sentir
como quien abre un libro
leerse.
Michelle Rincón, por Juan Gustavo Cobo Borda
Michelle Rincón insiste en cometer de nuevo el viejo error.
Escribir poesía para recobrar la infancia. Romper el laberinto de la rutina. Aguardar en un paradero de bus la llegada del milagro. Percibir como el tumulto de viejas pasiones se seca y descascara. Y al ordenar el closet, recuperar el viejo talismán para restaurar la fe averiada.
Ella que se expuso y rompió limites aún apuesta por si misma.
Teñirse el pelo de rojo y salir con sus dos hijos a oler parques y reír con un circo pobre.
En la ciudad donde llueve preserva, sin embargo, una intimidad y una pureza insospechada. La que la lleva a sopesar cada palabra, en su levedad y su aura.
Para componer los renglones aéreos de sus poemas donde “las mismas estériles emociones” recobran quizás un sabor a mandarina.
Porque tiene fetiches ordenados, libros ordenados, vestidos en orden para entregarse al desorden…
Así transcurre, deambula y oficia para poder ser libre…
Si el mundo está roto, ella lo ha cosido de nuevo.
J.G.C.B.
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MICHELLE RINCÓN
1988
Contadora Pública de la Universidad Central, Licenciada en Literatura y Lengua Castellana de la Universidad de la Salle, Diplomada en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ELE) en la Universidad de la Salle y Técnica en Teología en convenio con la Universidad Bautista.
III Premio literario Eutiquio Leal (2014).
Su poema “Constructor de ciudades”, fue seleccionado como ganador en el Concurso Anual Casa de Poesía Silva (2015), antes de manifestarse que no era un poema inédito.
Ha publicado los poemarios: Fabricante de abismos (2015, Editorial Domingo Atrasado, Colombia), Al rescate de lo fallido (2016, Editorial Letras de Pasto Verde, México), La mirada resignada de las cosas (2017, Editorial La hoja Murmurante, México), Estancia (2019, Editorial 531, Colombia) y Restos de la tarde (2021, Editorial 531, Colombia).