Ramón Vinyes

Vigencia de Ramon Vinyes, el sabio catalán, en Barranquilla

 

Por Xavi C. Ribot

 


Ramon Vinyes i Cluet está vivo en Colombia. Gabriel García Márquez y los cuatro discutidores de La Cueva, uno de los sesteadores del Grupo de Barranquilla, el principal aglutinador de la capital del Departamento del Atlántico, en el Caribe colombiano, en Macondo, junto a su gran maestro, el sabio catalán, son los grandes referentes de la ciudad. Rodeado de las fotografías a tamaño natural del mismo Gabriel García Márquez, Alfonso Fuenmayor Campis, Germán Vargas Cantillo y Álvaro Cépeda Samudio; de las pinturas de Alejandro Obregón Rosés y Enrique Grau; de la imagen de la última cena con la que todos sus amigos se despidieron del sabio bergadano cuando regresó por última vez a Cataluña, en 1950, y con los vallenatos de Rafael Escalona, gran amigo del Nobel colombiano, de fondo, me sentí uno de ellos, sentí lo que vivió Vinyes con todos ellos. Y me di cuenta de que allí, en Barranquilla, Ramon Vinyes todavía está vivo y bien vivo. Su vigencia es bien intacta. Y de eso hay que enorgullecerse porque ni en Cataluña ni en España, desgraciadamente, no es tanto así, ni mucho menos. Ramon Vinyes i Cluet sigue siendo recordado como aquel sabio catalán que aportó modernidad a la cultura y, especialmente, a la literatura colombiana del Caribe, a la educación y a la sociedad barranquillera, caribeña, colombiana, en general. El pasado mes de abril, fui invitado al Carnaval Internacional de las Artes de Barranquilla, que promueve la Fundación La Cueva, por su entonces director, Miguel Iriarte, escritor, periodista cultural, ensayista, catedrático de semiótica y gran gestor cultural, que quiso dedicar la decimoctava edición de este incomparable evento barranquillero a los catalanes del Grupo de Barranquilla: Ramon Vinyes, Alejandro Obregón y Luis Vicens. Y recordé lo que Vinyes decía a sus discípulos que debían tener en cuenta a la hora de escribir: "Cuando la fantasía se mezcla con la realidad alcanza un vigor extraordinario." Una sentencia que su discípulo más aventajado, Gabito, tuvo siempre presente y puso en práctica en sus obras vinculadas con el mal llamado realismo mágico. Recordemos que este término es un oxímoron, es decir, una contraposición de dos términos antagónicos, realidad y magia. Además, el mismo Gabriel García Márquez asegura que él no hace realismo mágico, sino realismo, una realidad transformada, un realismo extraído de lo irreal. La magia la ponemos nosotros, los lectores, con nuestra imaginación, con los que fantaseamos, y que los autores, los magos, como el Nobel colombiano, excitan, claro.


Los círculos culturales, literarios y universitarios de Barranquilla mantienen muy viva la memoria del maestro de Berga (Barcelona) en torno a La Cueva, cuyo eje gira alrededor del Grupo de Barranquilla. Y allí la presencia de Vinyes es destacadísima. El auditorio está dedicado a Luis Vicens, el cineasta del grupo e introductor de esos jóvenes en las tendencias modernas cinematográficas del grupo. Recordemos que el grupo, de amigos, claro, grabó una película, La langosta azul. En este sentido, el director cinematográfico Darío Vargas Linares, hijo de Germán Vargas, ha dirigido un cortometraje sobre el cuento de Vinyes Un caballo en la alcoba, el único que escribió en castellano, en el que se sigue la trama argumental de ese relato, pero el final es distinto.


Durante la década de 1940 y 1950 del siglo XX, el exilio de Ramon Vinyes, porque sus anteriores estancias en Colombia fueron autoexilios, tuvo que ejercer múltiples oficios para sobrevivir. Fue periodista, editorialista, crítico literario en sus múltiples colaboraciones en el diario El Heraldo de Barranquilla, y también en las emisoras radiofónicas barranquilleras, profesor y librero, cosa que nunca dejó de ser, el librero real de Cien años de soledad.


Ramon Vinyes trabajó en el Colegio de Barranquilla para Señoritas como docente, pero él siempre fue un pedagogo, impartía pedagogía y literatura a los amigos del grupo varias veces al día, y a todo aquel que lo quisiera escuchar. Fue un referente en la ciudad y en la sociedad barranquillera de su tiempo en las diferentes etapas en las que vivió allí, y todavía lo sigue siendo. Vinyes dejó una huella muy honda que aún se constata y se mantiene. María Ardila de Maury, Gloria Ortiz de González, Esperanza Salgado, Rebeca Álvarez Reales, Carmen Polo de Morales y Yolanda González Llinás son algunas de las alumnas que atestiguan su maestría. Una de ellas, María Ardila de Maury, que todavía recuerda que el maestro catalán siempre la llamaba “ardilla”, es una de las fundadoras de la Universidad de la Costa, CUC, la Unicosta como dicen en Barranquilla, y explica: “El profesor Vinyes no evitaba sus recuerdos de la guerra y nos explicaba la idiosincrasia de Cataluña como realidad diferenciada de España. Esta relativa politización de las clases de Vinyes, que inició a sus 57 años de edad, está, sin duda, unida a la expectativa del retorno que acabaría materializándose en 1950. El catalán dictaba, en principio, exclusivamente, la cátedra de geografía universal, de la que se había convertido en un eficaz enseñante. A través del mapamundi y de la confección continua y periódica de mapas, nos cultivaba la memoria visual en una clase que podía definirse de activa. También recuerdo a un profesor que sabía ser bravo, pero también gracioso, si la ocasión lo requería. En mi opinión, el profesor Vinyes tenía sus buenos métodos para enseñar y sus evaluaciones eran estrictas pero justas.” Además, María Ardila valora también la pedagogía de Vinyes: “Solo quien tuvimos el privilegio de tenerlo como nuestro maestro en el Colegio de Barranquilla para Señoritas, conocimos su capacidad pedagógica y metodológica para transmitir sus conocimientos; nadie como él para moldear nuestro cerebro... Era un pedagogo innato en todo el sentido de la palabra, iba más allá del aula, modelador de mentes, consejero, guía espiritual, en fin, todo un maestro.”


María Ardila también asegura que ella y otras compañeras suyas le llevaban trabajos de las alumnas en el apartamento donde vivía Ramon Vinyes, encima de la Librería Mundo, donde también trabajaba y en donde lo conoció Gabriel García Márquez, en el Paseo de Simón Bolívar, muy cerca del Café Colombia, ambos lugares donde se encontraba diariamente con sus discípulos, en el centro de Barranquilla.


En su dietario de 1940, el Vinyes profesor certifica algunos escritos divertidos de sus alumnas: “Una moza ha puesto que quería saber geografía universal para conocer el sitio de la gloriosa batalla de Boyacá. Otra ha escrito que entre Europa y Asia se encuentran los Montes Urinales. Dejo aparte la que me ha dicho que la capital de Inglaterra es París.”


El perpetuo homenaje de Colombia a Ramon Vinyes lo encontramos en el Museo Gabriel García Márquez de Aracataca, Cataca para los colombianos, en el Departamento del Magdalena, en la reconstrucción de la casa de los abuelos maternos de Gabriel García Márquez, donde Gabito nació y vivió los primeros ocho años de su vida. El auditorio del museo está dedicado a Ramon Vinyes i Cluet.


No obstante, el homenaje continuo, permanente, está en Barranquilla. Por ejemplo, es muy conocida su obra teatral A orillas del mar Caribe, que sitúa a unos exiliados catalanes en La Guajira donde regentan una taberna y se fusionan con la tierra que los ha acogido y acaban siendo contrabandistas. Y que desde que tuvieron que trasplantarse aseguran que viven “con las raíces en alto. Y todo son heridas”, tal como se dice. La obra fue traducida por la pedagoga colombiana María Fornaguera, hija de otro exiliado catalán gran amigo del sabio, Miquel Fornaguera i Ramón, autor del libro Fugida. La misma Fornaguera tradujo también al castellano seis cuentos de Ramon Vinyes de En la boca de las nubes: El asesinato de Jacobé Wharton, El Chico de Bagá, La mulata Penelope, Casón muy bien en América, El profesor negro y la filosofía del yo y El Albino. Todos ellos, junto con Un caballo en la alcoba, se encuentran en el primer volumen de la Selección de Textos de Ramon Vinyes, editado por el Instituto Colombiano de Cultura en la Colección de Autores Nacionales, con una cuidada edición de otro sabio, Jacques Gilard. Además, la Editorial Norma publicó en 2001 también en Colombia los cuentos póstumos de Vinyes de Entre sambas y bananas, con diferentes artículos sobre él de Montserrat Ordóñez, el propio Jacques Gilard y Ramón Illán Bacca. Este autor colombiano incluyó Un caballo en la alcoba en la recopilación que él mismo editó titulada Veinticinco cuentos barranquilleros, que publicó la Uninorte de Barranquilla en el año 2016. En otro libro suyo, Escribir en Barranquilla, publicado también por Ediciones Uninorte, el propio Bacca asegura de Vinyes: “Su figura se ha vuelto referencia obligatoria, cada vez que se habla de nuestro proceso cultural.” Y lo tilda como “uno de los personajes más decisivos de nuestra historia cultural.” Siempre refiriéndose a Colombia, claro. Otro libro que recupera textos de Ramon Vinyes es Lecturas del sabio catalán. Textos escogidos de Ramon Vinyes, editado por Santiago Mutis Duran y publicado por la Universidad de los Andes, de Bogotá, Ediciones Uniandes, en 2017. En Barranquilla, en Colombia, Ramon Vinyes es considerado un escritor colombiano.


En cambio, en España los cuentos de Ramon Vinyes todavía no están traducidos al castellano, ya que se define al sabio catalán como “un oscuro escritor catalán de muy escasa o nula relevancia, exceptuando el hecho que pudo inspirar remotamente a uno de los personajes de la novela Cien años de soledad”, poniendo en duda las palabras del propio Gabriel García Márquez. Una lástima.

Busto Ramon Vinyes

Xavier C. Ribot

Xavier C. Ribot. La Cueva. Carnaval Internacional de las Artes. Barranquilla, abril 2024

Xavier C. Ribot. La Cueva. Carnaval Internacional de las Artes. Barranquilla, abril 2024

Xavi C. Ribot es doctor en literatura hispanoamericana del siglo XX por la Universitat de Girona, con su tesis doctoral Ramon Vinyes, Gabriel García Márquez y el Grupo de Barranquilla. También es licenciado en filología catalana por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), graduado en hispánicas y máster en investigación en humanidades por la Universitat de Girona, donde ha ejercido como profesor asociado en el Departamento de Hispánicas y, en la actualidad, es profesor en el Departamento de Filología Catalana. Y es escritor. Ha publicado el libro de cuentos en catalán Mascarons (2009) y, recientemente, el cuento infantil en castellano La gallina Paulina (2024).

 

Además, es editor, corrector de estilo y periodista, especializado en periodismo cultural e internacional, en temas de inmigración y solidaridad de la América Latina, concretamente de la región andina, e investigador del proceso de paz en Colombia. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación, como Cambio 16, Cuadernos para el diálogo, Canvi Setze, Avui, Eco, El Punt, El Punt-Avui, Presència, Diari de Girona y Revista de Girona, entre otros.