Malva FloresCiudad de México, 1961. Autora de los libros: Aparece un
instante (2012, Viaje
de Vuelta. Estampas de una revista (2011), Luz de la materia (2010),
Passage of the Tree (2006), Malparaíso (2003), Casa nómada
(1999), Ladera de las cosas vivas (1997), Pasión de caza (1993).
En 2006 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo José Revueltas con el libro El
ocaso de los poetas intelectuales (2010), en 1999 recibió el Premio
Nacional de Poesía Aguascalientes y en 1991 el Premio Nacional de Poesía Joven
Elías Nandino. Su poesía ha sido traducida al inglés, portugués, japonés y
holandés. Es miembro del Consejo Editorial de la revista Literal: Latin
American Voices y forma parte del Sistema Nacional de Creadores.
Ha publicado en revistas y suplementos culturales como Letras
Libres, Vuelta, La Gaceta del FCE, Leviatahn Quarterly (Inglaterra),
Poesía y Poética, De Gids (Holanda), Paréntesis, entre
otros. donde se sirven los alimentos fríos. Se trata de buscarlos más allá del desierto. No importa que uno ande a salto de mata acelerado, burlando la costumbre de masticarnos vivos en estos tristes trópicos. No importa que el bufón se haya partido en cien, doscientos treinta y tres censores, cada uno en su islote –su terruño de paja eléctrica– adorando al inmortal del día. La marabunta en grano y un rey en calcetines. *Clap, clap* –el coro de las focas a ras de la pileta se alinea y así brilla mejor hasta el siguiente clap hasta el siguiente rey hasta el hambre siguiente. Las arenas parlantes van devorando todo. Un bla bla bla. Un ruido que se agita en lugar de los nombres. LA ILUSIÓN ENTRA POR LOS OJOS… Mirar es perder la brújula, el oriente. Ojos de mosca para mirarlo todo. Para saberlo todo, piedra. Inagotable piedra en el mutismo, en la ceguera. Inmóvil y cierta. Aquí. Que la ilusión va en otra vía. TODO ES PERFECTO SI LO MIRAS DE GOLPE… en un vistazo. perfecto. Con esa perfección de las cosas silentes. Recto como la vía del tren; la simetría entre tus ojos recortando la neblina y ella misma; o aquel paralelo entre el vocablo "azul" e "inmaculada transparencia". Todo así, lineal, o con volumen de esfera. Perfecto acuerdo entre memoria y ojo. Felicidad de los juncos y el bañista en el paisaje. Hasta que te detienes y observas. LADERA DE LAS COSAS VIVAS… Un aura perceptible apenas por el vaho de su movimiento. El roce del olfato con un perfume en tránsito hacia dónde. Aquella extranjería de siempre el artificio de mirar o el amplio espacio tras el sonido de las voces. De una a otra, tantas. de paso, volando, desasidas. peso de pluma, ladera. Ese roce. LA ÚNICA VIRTUD ES LA PACIENCIA… debemos esperar sentados en la ruta, o mejor en su orilla, aludiendo a aquella vieja historia de la gravedad que por su propio peso cae. Y como todo se derrumba lo mejor es la orilla y sentaditos. Pacientes como vacas pastando o amarrados del suelo. Hasta ahí llegará lo que esperemos, -si quiere, si puede, si como todo cae, acá lo recojamos. LARGO, ERGUIDO, SU NOMBRE EN LA PRADERA Allá en Cosamaloapan —largo, erguido, su nombre en la pradera—mi madre vio un collar de abejas en su cuerpo. Amplia fue la carrera para caer al río. Levantada la falda, a horcajadas la lisa piedra inerme devino su montura. Y allí pasaba el río, entre sus pies desnudos. Cantaba. Sobre el lío de las aguas modulaba su voz, reuniendo con su timbre las vocales precisas del llamado. Las abejas se fueron y llegamos nosotras, eludiendo ese polen de flores amarillas, saltando sobre el estiércol blando de las vacas. Fiesta de papalotes, así es Cosamaloapan —largo, erguido, el cuello de mi madre. El río que allí bailaba eran sus pies desnudos.
Hoy ya no sé cantar Sólo puedo hacer listas Sólo hacemos las listas (con énfasis en sólo y sin acento que ahora dice la RAE) con énfasis en solo. Lo que importa es la écfrasis la écfrasis viral y hacer como que ignoro las reglas (ay, no, ¡encabalgamiento! Poco falta para que empiece a cantar como poeta seria). Ecfrasein Ecfrasein Ecfrasein No debemos cantar ni repetir más de tres veces algún verso pero hay que hacerlo con soltura con golpe de cadera o entornando los ojos por la ruina del mundo. (Otra vez te equivocas. “Por la ruina del mundo” qué elevado...) Que se jodan los muertos del sexenio (y contando) Que se jodan los que pagan impuestos los que no tienen beca La culpa es de Selena ¿o los Tigres del Norte? (también de Monsiváis) La culpa es no poder cantar La culpa es no saber cantar La culpa es por cantar La culta culpa es la culpable de todo. Yo no quiero citar a Derrida Žižek me saca espuma y no entiendo un carajo a Yuri Lotman —Si quiero traducir a Yuri Lotman a las sencillas formas algebraicas limpias y esbeltas como si fueran verdad me convierto otra vez en “hegemónica” estúpida ignorante que no entiendo que ya nada es verdad que no hay verdad ni sal Una simulación una simulación en el espejo “el mundo es una mancha en el espejo” leo que dice Julio recordando a David pero también me entero: “el mundo es una sombra en el espejo” dice Aurelio que dijo un señor Minamoto en algún viejo lugar Ya no puedo cantar porque me falta mundo porque no hablo de Rothko y no pongo rayitas y se traba mi lengua cada vez que profiero alguna voz germana lituana o neoyorkina En el stage doy risa: apenas rebaso el metro y medio y ya voy rebasando el medio siglo y las luces se ensañan con el botox y no hay rola que valga si no sabes cantar. |