KYRIAKOS CHARALAMBIDIS (1940)
Posiblemente el poeta chipriota con mayor reconocimiento y proyección internacional. Estudia Historia y Arqueología en la Universidad de Atenas y se especializa en temas de radiofonía en Munich. Ha trabajado como Filólogo en la Enseñanza Secundaria y en la Fundación Radiofónica de Chipre donde llega a ser Director. En sus poemas expresa el trauma por la invasión turca y la Ocupación chipriota. Su labor como poeta ha sido aplaudida en muchas ocasiones y ha recibido importantes reconocimientos: el Premio Estatal de Chipre, el Premio de la Academia de Atenas, el Premio Estatal de Grecia (1996), el Premio de la Sociedad Griega de Traductores de Literatura, el Premio Internacional Kavafis en 1998 y el Premio Kostas y Elenis Uranis por el Conjunto de su Obra en 2003. Enlace Centro Nacional del Libro de Grecia (EKEBI)
DULCE DE ALMÍBAR A Kyriakos Plisís
Me acerqué para ver quién soy y en qué tierra se hallan mis raíces. Entré y me quedé en la casa salina, al lado de un hoyo.
Una mujer con pañuelo me trajo agua, me ofreció un dulce; le doy las gracias.
Cortó además frutos del Jardín de mi ansiada casa, fruta reluciente de muchos tipos, esparcida con palabras verdaderas y movimientos impregnados en la bondad de la alegría, regalos compensatorios.
Le di las gracias, le eché coraje y le pedí ver mi casa, si se permite.
«Por supuesto que se permite», me dice; «puedes entrar también en el dormitorio».
Entro, veo a mi madre en la pared que me mira desde un cuadro. Dejé la vergüenza e intenté coger a mi madre, el desdichado de Troya.
«Cógela», dice ella con cierta sonrisa bondadosa, «¿para qué la quiero, ahora que sé? En realidad, la creíamos Una actriz con esa trenza y las flores a su alrededor y con la gracia con que sujeta el paraguas».
Debería, desde luego, haber añadido también la mano que enguantada, estilizada apoyaba en un sofá; pero ¿qué vas a esperar?
hasta que llegamos a la receta del dulce de almíbar? Un tema aparte.
Menos mal que la mujer me dejó y entré en mi casa natal. Y no sigamos más, no vaya a enfadarse. Lo único que deseo, de vez en cuando, es tener su permiso para ver de nuevo la cara dulce de mi ansiada casa.
SOBRE UNA RAMA DE OLIVO Teniendo en su aljaba acuerdos legales con una rama de olivo cogida de la cama mortuoria de la historia, en presencia del enemigo ante las puertas, el lujo de un castigo, decía, sobra. (En cuanto a arrepentimiento, ni palabra). … -Tened cuidado; el mal parece hecho por mano divina. Para que prescriban acciones impías debería prescribir esa impiedad. Para que prescriba esa impiedad el lugar donde nací debiera no existir.
Falso perro, guarda falsa valla.
Chipre no existe; se invalida como lugar de trágicos sucesos.
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