Amore e
giardino
Vuoi venire
dove il mondo si assottiglia
e l’eco dei grilli non si sente più?
Io non posso tardare,
il giardino mi aspetta
se non c’è nessuno
dalla piscina delle carpe ai giochi,
quando il limbo intatto
dorme il primo sonno
che io rimando sempre di due ore.
Arrivo trafelato, gli occhi sfidano l’ombra
di chi è come morta tra i veri morti.
Sotto l’ippocastano è rimasto
ancora l’odore delle sue calze,
l’estate lo conserva solo per me,
non sembra vero
Amor y
jardín
¿Quieres venir
adonde el mundo se
estrecha
y el eco de los grillos
ya no se oye?
Yo no puedo tardar,
el jardín me espera
si no hay nadie
de la piscina de las
carpas a los juegos,
cuando el limbo intacto
duerme su primer sueño
que yo retraso siempre
dos horas.
Llego jadeante,
los ojos desafían la
sombra
de quien está muerta
entre los verdaderos muertos.
Bajo el castaño de Indias ha quedado
aún el olor de sus
medias,
el verano lo guarda sólo
para mi,
parece mentira.
Non c’è
altro
Che chi mi guarda
chiedendomi di non andare
senza dirlo,
chi tace nella notte e nel sonno,
il saluto rimandato
da un’altra birra
che svanisce nel fremito
di scarpe adolescenti.
Neanche un amore da ripetere,
né una fuga cittadina,
un sogno lambito
nei detriti dell’estate
dopo l’ultima pioggia
che bagna gli occhiali.
Non c’è altro che la sedia del bar
sui cui sedere immobili
come fosse un’avventura.
No hay otra cosa
Hay quien me mira
pidiéndome que no vaya
sin decirlo,
quien calla en la noche y
en el sueño,
el saludo aplazado
por otra cerveza
que se desvanece en el
temblor
de zapatos adolescentes.
Ni siquiera un amor para
repetir,
ni una huida ciudadana,
un sueño rozado
en los detritus del
verano
después de la última
lluvia
que moja las gafas.
No hay otra cosa sino la
silla del bar,
en la que sentarse
inmóvil,
como si fuera una aventura.
Morte
di una notte
Qui c’è aria di al di là,
di più non so dire.
Qui sembra tutto finito
e se mi dicessero
che il vento è il mio fiato
ci crederei stringendomi a me
per l’ultima volta.
Invece domani mi sveglierò
alla solita ora
da questa notte provvisoria
che viene a parlarmi
di notte, quando si annoia.
E’ discreta, non mi chiede
di seguirla nel crepuscolo cinereo,
sa bene che io nasco e muoio
più volte senza scongiuri,
fino all’alba.
La morte entra ed esce da me,
mi acquieta, non ne ho paura.
Muerte de una noche
Aquí hay aires de más
allá,
más no sé qué decir.
Aquí parece todo acabado
y si me dijeran
que el viento es mi
aliento
lo creería estrechándome
a mí mismo
por última vez.
Al contrario, mañana
despertaré
a la hora de siempre
de esta muerte
provisional
que viene a hablarme
por la noche, cuando se
aburre.
Es discreta, no me pide
que la siga en el
crepúsculo ceniciento,
sabe que yo nazco y muero
muchas veces sin
conjuros,
hasta el alba.
La muerte entra y sale de
mí,
me aquieta, no le tengo
miedo.
Uscir
fuori
E’ troppo fredda
la pelle d’infante
per sentire il tuo calore,
ma faccio scorrere l’acqua
fino a riempire il lavandino
di noi rifranti nel gorgoglio
di una piccola laguna.
Una sola volta hai aperto
il rubinetto nel mio bagno,
è passata un’eternità ingrata
da quell’acqua a quest’acqua.
Io
seduto sul bordo della
vasca,
un anno dopo (alla stessa ora, amore mio)
aspetto che dalla doccia in alto
o dall’armadietto degli asciugamani
escano almeno i tuoi anelli
o un lembo della tua pelle salina.
Oh, che bella attesa…
Salir
fuera
Está demasiado fría
la piel de niño
para sentir tu calor,
pero dejo correr el agua
hasta llenar el lavabo
de nosotros refractados
en el gorgoteo
de una pequeña laguna.
Una sola vez abriste
el grifo en mi baño,
paso una eternidad
ingrata
de aquella agua a ésta.
Yo sentado en
el borde de la
bañera,
un año después, (en la
misma hora, amor mío)
espero que de lo alto de
la ducha
o del pequeño armario de
las toallas
salgan al menos tus
anillos
o un girón de tu piel
salina.
Oh, qué linda espera…
Nel
vento
Un cielo grigio al mattino,
cielo di ferro battuto dal vento
che tormenta la cima dell’ippocastano,
i tetti spioventi e la pioggia tiepida
quando il dolore dell’uomo è fragile
come la sua forza rapita all’energia,
cosmica esplosione senza segni distintivi.
Non conosco la coppia di anziani
che passeggia sotto casa mia,
ma nel vento sembrano rotolare
due corpi stanchi che la gravità trattiene.
L’uomo e la donna sottobraccio
lottano per rimanere.
En el viento
Un cielo gris por la
mañana,
cielo de hierro golpeado
por el viento
que tortura la cima del
castaño de Indias,
los teclados en declive y
la lluvia tibia
cuando el dolor del
hombre es frágil
como su fuerza robada a
la energía,
cósmica explosión sin
signos distintivos.
No conozco a la pareja de
ancianos
que pasea cerca de mi
casa
pero en el viento parecen
rodar
dos cuerpos cansados que
la gravedad detiene.
El hombre y la mujer del
brazo
luchan por permanecer.