(Ambato-Ecuador, 1972). Periodista y Doctor en Letras y Literatura. Ha
publicado los siguientes libros:
Guionizando poematográficamente
(1993);
Detrás de la vereda de los autos (1994);
Calendariamente
poesía (1995);
El (An)verso de las esquinas (1996);
Después de la
caza (1998);
La
Conquista del Agua (2001);
Ciudad en Verso
(Antología de nuevos poetas ecuatorianos, 2002);
Antología de Nuevos poetas
ecuatorianos (2002);
Salvados del naufragio (1990-2005), Esto fuimos en la felicidad (2009. Mención de Honor, Premio Jorge
Carrera Andrade, al mejor libro de poesía publicada en el año, Municipio de
Quito),
Antología de la poesía
ecuatoriana contemporánea –De César Dávila Andrade a nuestros días- (México,
2011),
Solos (2011),
Alforja de caza (2012).
Representante del Ecuador en importantes encuentros poéticos y
literarios en España, México, Colombia, Chile y Perú. Ha sido editor de varias
revistas de poesía y literatura. Ha dirigido varios talleres literarios de
Creación y lectura. Organizador de los Encuentros de poetas jóvenes en su país
y del Encuentro Internacional “Poesía en paralelo cero”. Parte de su poesía ha
sido traducida al italiano, francés y portugués.
Nostalgia del
día bueno
… y al fin dirá temblando: “Qué frío hay… Jesús!”.
Y llorará en las tejas un pájaro salvaje
César Vallejo
(Idilio
muerto)
El sueño,
la nieve,
esa nube de hastío
que se repite
en los mismos rostros;
la misma calle de la
ciudad
que alguna vez
fue cuna del
encantamiento.
Sin embargo,
en algún árbol,
por algún techo,
en cualquier
teja
deberá anidar el día
bueno:
aquel día pródigo
que no se asoma,
que no entra.
En este frío,
el día al que le canto
aún no emigra.
Antes de la caza
A mi padre
Quiero encontrare el
lugar
donde ubicarme.
Entro en la vecindad
de voces que me dicen:
ve a buscarte
lejos,
en los
andenes de las penas,
ve a ponerte en
fila con los astros;
deja
el poema un rato,
y
reconoce los olmos.
Piensa
que ya estorbas y no sirves,
que de grande uno se trastoca
y
se consume.
Mamá ya no prepara bien
las cenas,
no hay comida hasta
después del día.
Ve a buscar el círculo
vicioso
que pueda hacerte hombre
en el insomnio de los
días.
Vete y no vuelvas
hasta
después de la caza.