Poeta, traductor y narrador. Estudió Filología y Lengua Rusa en la
Universidad Lomonosov de Moscú, en la desaparecida Unión Soviética. En 1968 su
poemario Lenguaje de mudos ganó el
premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), sin embargo,
la obra fue censurada. Su obra poética se mantuvo inédita durante toda la
década de los setenta, al igual que toda su obra narrativa, la cual aún hoy no
ha sido impresa. Prats volvió a publicar en Cuba en 1987 cuando apareció Para festejar el ascenso de Ícaro, que
ganó el Premio Nacional de la Crítica. Otros de sus poemarios son: Abrirse las constelaciones (1994), Lírica amatoria (2001) y El esplendor y el caos (2002).
HUMANIDAD
Hay un lugar llamado humanidad un bosque húmedo después de la tormenta donde abandona el sol los ruidosos colores del combate una fuente un arroyo una mañana abierta desde el pueblo que va al campo montada en un borrico hay un amor distinto un rostro que nos mira de cerca pregunta por la época nueva de la siembra e inventa una estación distinta para el canto una necesidad de hacer todas las cosas nuevamente hasta las más sencillas lavarse en las mañanas mecer al niño cuando llora o clavetear la caja del abuelo sonreír cuando alguien nos pregunta el por qué de la pobreza del verano y sin hablar marchar al bosque por leña para avivar el fuego hay un lugar sereno un recobrado y dulce lugar llamado humanidad
ENTREGA
Se pregunta qué hacer que echar en esta hoguera sino lo más amado que ardan entre las manos años de madera que alguien cante otra vez la rajadura de su propia guitarra que alguien sople el extinto sabor de su ceniza
se propone qué hacer para que el aire soberbiamente puro no nos mate se pregunta qué noche no hemos tañido alguna vez bajo otra carne entre ruidosos argumentos que nunca trascendieron nuestra materia cerrada por el tiempo
qué bosque no anduvimos tomados de los sueños por hongos y por fresas silvestres mientras la noche tiende su exilio transitorio sobre la hoguera altísima ardiendo de los cuerpos
SALDO
Entren amigos tomen asiento entre mis pertenencias las que no me pertenecen más que a ustedes sus melenas copiosas no tengo nada que brindarles como en otro tiempo leche pan viejo o alguna que otra tibia palabra que roer como ven las cosas han cambiado mucho ustedes están muertos hace unos cuantos calendarios yo tuve un poco más digamos de destreza con las enfermedades de los primeros años pero créanme no es ninguna ventaja estar aún del lado de los vivos gozando de sus escasos privilegios (estar de nuevo con ustedes en el portal imaginario de la casa donde convivíamos donde aún aguardamos el café de cada tarde no sin cierta amargura reciente y viva como un muerto) viejos amigos cómo lamento esta falta de todo que ofrecerles mi ignorancia y un poco de impotencia por las cosas que ocurren por ahí (se ha hablado mucho de la guerra del genocidio y de cierta probabilidad de exterminio parcial o total de la especie humana) pero hablen cómo les va sin nadie cómo les va en la nada sin tener que pulirla para ligar un hueso cuando ya no hace falta romper la noche con un tremendo aullido |