Gerardo Miranda (Estado
de México, 1984). Poeta
y narrador. Licenciado en ciencias humanas con diplomado en filosofía por el
Centro Universitario de integración Humanística. Egresado de la maestría en
Literatura Latinoamericana Contemporánea. Textos suyos aparecen en varias revistas literarias
de México y el extranjero, entre las que destacan: Círculo de poesía, Revista
La Otra (México), Letras.s5 (Chile), A Miranda (Brasil) y Panorama Cultural (Suecia), así
como en diversas antologías y libros colectivos. Ha realizado entrevistas y
reseñas para la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional
de Bellas Artes y participado en
diversos encuentros y lecturas en las ferias nacionales del libro del Zócalo y
El Palacio de Minería desde el 2010, así como en diferentes talleres y
seminarios literarios. Obra suya se encuentra traducida al portugués y abarca Venus y las Moscas,
(Ediciones el Golem, 2010) y Odilón (Rocinante Ediciones, 2012). Actualmente funge como director de la
colección “Señales de Ruta”. Mantiene varios libros inéditos.
odilón
(selección)
ahora
desvergonzadamente desnudo
sin
tu cárdena cortina
vulnerable
a merced de lo que acontezca
te
refugias temeroso tras las faldas de tu madre
esperando
el toque de queda
la
desnudez solloza
de
la intemperie que te aguarda y te reclama
negando
que la realidad
esgrime
agujas que cuestan la vida al ojo humano
dando
por sentado
que
lo real se ha desplomado ante tus ojos
odilón
desde la perspectiva no siempre exacta de su portador
EN ESTOS MESES DE ENCIERRO
He intentado muchas veces razonar la
última palabra del ciego
Ernesto Sabato
ayer odilón caro amigo
bajé por la
escalera a tientas
para no toparme
con mi sombra
dejé atrás mi piel saturada
y corrí bajo los cascos de un
equino
-vieras que ni siquiera tuvo la
delicadeza de mirarme a los ojos-
dirigí una mirada a los huecos de
mi rostro
donde inventamos un lenguaje
mutuo
donde dibujamos símbolos que sólo
nosotros comprendimos
donde construimos una fonética
distinta a la de nuestros abuelos
e hicimos de nuestra imagen una
estampa en negativo
ahí donde la luz nos penetró al
mismo tiempo
y nos llagó la carne en partes
iguales
nos rasgó las tripas y testículos
y el rostro todo de igual manera
tendí mi cuerpo en espera de ese
ansiado sueño
de la imagen única y verdadera
recorrí los caminos odilón
donde cuentas que las personas
suelen mirarse a los ojos
por días
por meses
y por años
donde la piel del rostro se
transforma en un ser unánime
y las miradas se confunden juntas
en un punto imaginario
recorrí los caminos trazados hace
años como marcas de tierra
pero muy a pesar de mis esfuerzos
aquellos rostros no me ofrecen
más que cuadros vacíos
rara ítaca me presentas con tus
relatos amigo
el lugar donde nuestro padre se
niega tres veces a sí mismo
el lugar donde la luz del astro
rey nos encandila
y transforma a tristán e isolda
en puercos travestidos
hijos de las sombras nos llamaban
hijos del encierro de alas desplumadas y cera derretida
de carne trémula y palabras
escondidas que se meten por debajo de las uñas
pero aún así somos inmortales
una imagen impresa que reniega de
su alegoría
que besa
copula
fornica
y expulsa la sangre que mana de
la noche
habitantes de la frontera más
lejana
del país sin bordes y la imagen
perfectible
llegamos tarde y tus palabras
terminaron por quemar la tierra que pisábamos
de nuestros ojos brotó sangre y
aguamala
y nuestras cabezas trazadas al
azar
terminaron por deformarse tanto a
la usanza de viejos trofeos
de nuestro cuerpo entumecido
emergió la última mirada en
espera de respuesta
sin embargo
tú no provocaste que me ahogara
en un vaso de agua
tú me ahogaste en la catarata de
un ojo
y no sabes o no quieres darte cuenta
que es imposible cambiar lo que
nos rodea con un simple pestañeo
vi mis adentros
me vi las entrañas
y las tripas colgando
rojas como en tendedero
mis carnes llagadas por dentro
y mi aliento cortado
y mis ojos cegados desde dentro
susurrándome al oído
cuántas veces en la vida
hermano te ha sangrado la retina
decálogo
de la imagen desnuda
Lo real no está sujeto a inquisición
Eduardo Lizalde
los
ojos más sencillos
no
hacen más que detectar si los alrededores
están
iluminados u oscuros
N
la imagen penetra en la retina
violada
y engendra una representación
bidimensional
de una realidad a tres
dimensiones
por lo general una imagen es más
grande en relación al ojo que la contiene
N
la imagen crece
se desarrolla y fornica dentro
del cerebro
cambiando la concepción primera
de aquel que la recibe
de tal manera que la
transformación es tan radical
que el portador del ojo prefiere
nombrarla falso recuerdo
N
ojo x ojo = fractales
N
la imagen preña al cerebro
y el esperma que fecunda lleva
cuchillo en su cabeza
rasga el óvulo a tajada limpia y
separa los recuerdos
provocando que la visión primera
se convierta en una realidad
disuelta
N
(un ojo por lo general da a luz
crías muertas)
N
él sólo quema la retina al igual
que un niño de pantalones cortos
quema hormigas con una lente de
aumento
en donde una realidad aparente
se ve desfasada por la
representación de la mentira
N
los ojos no pueden verse a sí
mismos y ésa es la obsesión que los aqueja
el hombre no se concibe a sí
mismo
sin la ayuda de la imagen
y ésa es la mentira que aqueja al
mundo
una
pupila en movimiento es un mal presagio para ciertos agoreros
debe evitarse a toda costa
cambiarla de tamaño y de posición (de ser posible ocultarla en los puños
cerrados)
de igual manera como un ojo
cambia su estructura
cambia también el sentido de su ubicación llegando en ciertas ocasiones a cubrirse
con una ligera capa de piel que lo protege de la realidad
de esa forma se apropia de las
características comunes de un simple accesorio
para recrear un universo paralelo
de tal suerte debe tenerse en cuenta lo siguiente para
evitar dañar la superficie
EL OJO NO ES SÒLO UN ÒRGANO DEL
CUERPO
el ojo es un universo en la
cabeza de bataille
el ojo es una cuenta de vidrio
para la suerte
el ojo es un hueco a la mitad de
un llano
el ojo es el fetiche de simone
el ojo es un atado de hilos
huicholes
el ojo es un tsikuri
el ojo es el orificio trasero de
una señorita cuadrúpeda
el ojo es un la expedición
infructuosa al orificio trasero de una señorita cuadrúpeda
el ojo es la tonsura de un viejo
invertido
el ojo es la ceniza de un hombre
sobre su lengua
el ojo es la carne hecha jirones
al despuntar el alba
el ojo es una cámara estenopeica
el ojo es el triunfo sobre la
ceguera
el ojo es la muerte de la
inocencia
el ojo es el caparazón roto de
samsa
el ojo es la coyuntura idónea
entre imagen y símbolo
el ojo es un hoyo negro
el ojo es el ojete de judas
el ojo es el distintivo de sartre
el ojo es la identidad de los dos
luminares
el ojo es la pérdida de polifemo
ojo de pájaro con visión aérea
somos a veces ojo de hormiga
el
ojo anclado al medio de los mundos
somos la perpetuidad del ojo
marabunta de ojos que miramos y
nos miran y se arrastran por la tierra
(cuenca de ojos vacía)
Son un ojo las ciudades
Son un ojo las llagas y las costras
un ojo es una bola gelatinosa
ojos tienen los puercos
ojos tienen las plagas
ojos tienen los hombres
los ojos vienen en pares
de qué sirven los ojos
si no puedes ver con ellos tu
rostro sin la ayuda de un espejo
LOS OJOS NO SON LA VENTANA DEL ALMA
carecen de hueso y de ahí su
fragilidad
los ojos se tiñen al menor
descuido
los ojos no resisten altas
temperaturas y explotan
los ojos son indispensables para
voyeur
los ojos son la puerta de
jerusalén
un ojo es la nulidad de la
estructura
un ojo es la barriga de una
hormiga roja
un ojo es un disparo en el rostro
un ojo es el globo de odilón
un ojo y una imagen son la unión
de los contrarios y el fin de la dialéctica
un ojo es lugar común y no me
importa…
percepción
de la esposa de lot sobre el mundo que la rodea
Ven y demos a beber vino a nuestro
padre,
y durmamos con él
y conservemos de nuestro padre
generación
Génesis 19:31
vivimos en un mundo horrible me
dijiste
no hay más que abrir bien los
ojos y mirar dijiste
y la luna castra y los ojos nos
comen me dijiste
llegamos tarde a nuestra cita
histórica
no creo que nos tocara vivir aquí
ni que nuestros cuerpos duros por
fuera
y blandos en sus tinturas
sirvieran como carne del tiempo
me dijiste
no miremos dijiste
no hay más que abrir bien los
ojos y mirar
no nos convirtamos en estatuas de
sal dijiste
y si miramos hacia adentro
si atravesamos las esferas
y la visión de nuestra infancia
muerta
el lugar donde los sueños se
desploman
y se hacen líquidos
la estrella que nos guía
se transformará en el brillo de
tus ojos me dijiste
vivimos en un mundo horrible
el lugar donde los sueños se
desploman y se hacen líquidos dijiste
y entonces corrimos y nos
abrazamos al cuello de un caballo
para pedir perdón por los pecados
del mundo
vendamos nuestros ojos y saltamos
de la barranca menos pálida
y al volver el rostro
toda la sal se fundió en la arena
y tu cuerpo que mil veces imaginé
tocar
se confundió con la suciedad toda
del suelo
y tus ojos casi ciegos
decían lo que nos deparaba la
muerte
ilusión
de muller- lyer
abriré los ojos de una vez por
todas para por fin quedarme ciego
y sentir a solas con mis manos
todo el sudor frío de un hombre
sin aliento
separaré los cabellos de mi
rostro sólo con mis manos
y desde la frágil utopía de la
inocencia terminada
mis nervios se fundirán como el
molde de una estatua de cera perdida
con mis pensamientos desde lo
profundo de la noche
atascando con delirios la palabra
de un alma empeñada
miraré desilusionado que todo es
tal y como lo recuerdo
que nada ha cambiado
que todo es exactamente como
antes de cerrar los párpados
que la luz y las sombras ejecutan
su danza monocorde a la hora primera de la noche
y las lágrimas corren hacia el
cielo
he amado en más de una ocasión a
una ciega te digo
y sus lágrimas corren del lado
opuesto de su sonrisa
he bebido los desechos de la
vista ennegrecida
y el olor de lo perdido regresa
intacto con el olor de los ojos negros
destrozado el viento de la noche
y el calor de la mirada que reinventa
fundimos imagen y sombra con el
estertor de un hombre en llamas
llamemos a la muerte por su
nombre
llamemos a los demonios por su
nombre
y arranquemos nuestra carne con
un sólo movimiento
que el sabor de la derrota invada
orificios y comisuras
y que el amor de una ciega
se convierta en la última
esperanza de un hombre con los ojos vendados que a tientas busca el camino
hacia la tierra de nadie
en donde dos líneas paralelas
asemejan un horizonte que se pierde en una sola línea recta
escucha lucía el curioso estruendo de un
cristal
o de un ojo de vidrio que se estrella
en
Yankilandia el cowboy Fritz
mató
a la oscuridad
Carlos Oquendo
i
lucía
tiene un ojo en lugar de sexo
y
por ese hueco descubre cuando digo mentiras
lucía
tiene un ojo en lugar de sexo y con ese ojo
me
deleita cuando nos quedamos a oscuras
lucía
tiene un ojo en lugar de sexo
y
con ese ojo
los
dos miramos un universo que conspira
ii
a
mitad de la imagen
entre
párpado y pestaña
cuchillo
lucía
guarda una navaja entre sus piernas
iii
escucha
lucía el curioso estruendo de un cristal
o
de un ojo de vidrio que se estrella
lo
hemos visto destruirse a sí mismo
por
no gustarle lo que mira
y
al verlo ciego creemos en la ceguera
al
verlo ciego todos nos sabemos ciegos
dejamos
atrás los días en que los primitivos
veían
sólo con sus manos
iv
hay
un escenario que se cierra tras nosotros
un
oscuro telón que nos oculta
después
de sabernos observados por las miradas de los vivos
v
lucía
tiene un ojo en lugar de sexo
lucía
tiene un ojo que ambos hemos dejado ciego
vi
un
hombre inventa su propia realidad
un
hombre miente por su propia realidad
un
hombre muere por su realidad inventada
y
lucía ha muerto
por
su imagen inventada por el recuerdo de un hombre dormido
vii
lucía
tu
sexo es un ojo enorme
lucía
la
noche es una visión etílica
lucía
cómo
saber cuándo nos hemos quedado ciegos
lucía
cómo saber que te toco y te siento cuando no te miro
ojo
imagen y símbolo o la santísima trinidad en su apogeo
una vez fui invisible y las
largas manos de la noche nunca me tocaron
diríase que la altitud o la
ligereza de mi cuerpo no encajó con la distancia
o que la distancia misma se nubló
y se enredó con mis recuerdos
mis manos me fueron ajenas
me despojaron de ellas como a un
niño arrancado de los pechos de su madre
y no fue la primera vez que
atenté contra mi vida
fui una imagen borrosa y los
hombres me mataron
fui un santo de cartera colocado
de espaldas a un altar de muertos y los hombres me mataron
la diversión pasajera en una
fiesta de invertidos donde muerte y fornicio son los sinónimos favoritos
adoptados por los santos
y no sólo dos miradas que se
pierden
los ojos mueren dentro de su
dueño
pero es cierto que hay otros que
mueren antes
y la espesa madrugada donde se
atenta contra los sueños
es mi espalda de cabeza
maldiciendo sus ayeres
no estamos hechos para ver
sino sólo para callar ante las
imágenes
mirar es bañar de lágrimas un
atorre de babel
el símbolo es la representación
de algo inexacto
la imagen el producto de la vista
y un ojo su instrumento
así se forma la santísima
trinidad que se funde en el mismo cuerpo
donde la oscuridad es el punto de
partida y las sombras su fin único
fotofobia
coman
y crezcan los ojos iluminados
con
los que algún día me vi caminando descalzo entre las llamas
recorran
cada ángulo posible y detecten todo rastro de conciencia
creo
en la salvación de los ciegos
y
el azote de la cuerdas como creo en la imagen rota por el tiempo
y
el escalpelo que extirpa las ideas
creo
ciegamente en una imagen falsa
y
la utopía de una vida futura
creo
en la perdición de las almas
como
dudo de todo lo que tenga rastros de luz y palidez
dudo
de la separación del cuerpo y alma
y
en los clavos que se oxidan
la
memoria es una alteración de nuestros sentidos
que
no descansa hasta vernos exhaustos
la
luz es la alteración de nuestros sentidos
que
no para hasta deshacernos
la
tierra donde piso es la adecuación de un sueño terminado
donde
leemos nuestros manuales escritos en braile y tomamos las medidas necesarias
para
pasar desapercibidos ante los rayos del rey tuerto y su saliva ultravioleta
agazapemos
nuestros miembros ante el embate violento de la luz y sus agujas
escondamos
nuestra cabeza en un baúl oscuro
y
recitemos nuestra última plegaria